Como todos los equipos que integran la Liga Mexicana de Beisbol de Verano (LMB), el gran reto de los Pericos de Puebla para la temporada 2021, que arranca este jueves, se llama play-offs.
Después de la amarga experiencia del 2019, año en que los nuevos dueños tomaron la estafeta de la organización, de quedar fuera de la postemporada, para la directiva verde solo hay una meta: play-offs para esta campaña que abren este viernes contra Oaxaca en el Hermanos Serdán.
“Trabajamos para armar un equipo competitivo, porque nuestra misión se llama postemporada”, asegura Alfonso “Chato” López, vicepresidente deportivo.
No será una tarea fácil, aunque las facilidades que te brinda el nuevo sistema de calificación, donde avanzarán seis equipos por División, parece hará el camino menos pesado.
A REMAR CONTRA CORRIENTE
Para los Pericos el camino ha sido complicado desde que Mota Engil tomó las riendas de la organización.
El éxito dependía del material que adquirió cuando compró la franquicia, y en relación a lo que había, no se encontró mucho.
Desde el primer año tuvieron que recurrir a lo de siempre: conseguir peloteros de otras organizaciones para poder armar un equipo competitivo.
Por eso en 2019 vimos desfilar a Nick Torres, Issmael Salas, Chuy Arredondo, Sergio Pérez, Alan García y una gran cantidad de peloteros, que de un momento a otro te podrían quitar.
El problema de siempre que deben enfrentar organizaciones carentes de buen talento atrás o una buena “Granja”, como le llaman en Estados Unidos, porque no hay de donde jalar para cubrir los lugares que se necesitan.
A Pericos le pasó, como le pasa a la mayor parte de las organizaciones que cambian de manos o se desprenden de alguno de sus equipos cuando tienen el privilegio de ser dueños de más de uno. Se quedan con lo mejor y te dejan lo que para ellos no es redituable.
Hoy Pericos vive ese dilema. A los peloteros de experiencia ya les ganó el tiempo y los refuerzos en los que centraban esperanzas, regresaron a sus orígenes para quedarse con su club o ser negociados con otras organizaciones.
UN NUEVO INICIO
Por eso Pericos en este 2021, vuelve a comenzar de cero, aunque con una base nacional, donde destacan muchos peloteros de doble nacionalidad, que ya es suya.
Por ello el reto será mayor, porque ya ni los Salas ni los Tapia estarán en Puebla, y otros veteranos como Mauricio Lara, ya no encontraron lugar en el grupo.
Su receptoría quedará en manos de gente joven: Daniel Sánchez, que ya con cuatro años de experiencia debe alcanzar la consolidación y novatos como Kevin García y Juan Kirk, prospectos que traen un gran trabajo en clases menores de Estados Unidos y deben aprovechar la oportunidad.
En el cuadro alternarán la primera base entre Miguel Guzmán y Wilin Rosario, mientras que Alberto Carreón será movido a la segunda base y entre Antonio Lamas y Miguel Torrero se alternarán la tercera base.
La disyuntiva está en el campo corto, donde después de la decisión del cubano Arrubarrena de no venir, deberán apostar por novatos como Drew Stancewicz, Miguel Gamboa, Daniel Manjarrez y Luis Medina, un pelotero de origen cubano, que anda en vías de ser naturalizado.
Mientras en los jardines no habrá problemas con el boricua Danny Ortiz, el venezolano Gorkys Hernández, David Olmedo, James Cubillos y alguno de los otros novatos que buscan un lugar.
LA INTERROGANTE
El gran dolor de cabeza para esta campaña ante la partida de Mauricio Lara y Luis Alonso Mendoza, que aparecían en el roster del año pasado, es el pitcheo.
La base mexicana deja muchas dudas, lo que indica que la esperanza se centra en los abridores extranjeros, donde Thomas Dorminy, un derecho de 28 años que nunca pudo llegar a Grandes Ligas, Gabriel Arias y José Alfredo Valdez, tendrán la responsabilidad de comandar el cuerpo de inicialistas, apuntalados por la experiencia del regiomontano Héctor Galván y el joven zurdo Braulio Pérez Torres, que está ante la oportunidad de su vida.
El cerrador será Ulises Joaquín, que tendrá el apoyo previo de gente de experiencia como Esteban Haro, el zurdo Arturo Barradas y el derecho Yosell Hurtado.
El cuerpo de pitcheo se complementa con novatos como Julio Hernández, José Carlos Medina, Erik Preciado, el poblano Gabriel Alvarado y un grupo de jóvenes en quienes se tienen grandes esperanzas y deben esforzarse por responder, de lo contrario la nave puede irse a pique.
COMPLICADO
Para Pericos será complicado, porque su éxito dependerá de la manera en que funcionen sus siete refuerzos extranjeros: tanto a la ofensiva como en su pitcheo.
El aporte ofensivo recaerá en el boricua Danny Ortiz, que en 2019 asestó 42 jonrones y el dominicano Wilin Rosario quien debe mostrarse desde el mismo inicio, porque ellos dos tendrán que echarse el equipo a hombros, apoyados por el buen bateo de David Olmedo; y el contacto y efectividad de Toño Lamas, Alberto Carreón y Miguel Torrero.
Ofensiva y pitcheo falta mucho, pero en ese sentido, los Pericos siguen picando piedras, tocando puertas para hacer los ajustes necesarios y apuntalar el equipo en todos sus departamentos.
Para el joven manager Carlos Alberto Gastélum será un tremendo paquete, pero si él inyecta en el equipo esa chispa, entusiasmo y entrega que tenía como pelotero, entonces estos Pericos, pueden cambiar la onza y volver al protagonismo en la División Sur, emulando aquel 2017, cuando a pesar de su desmantelamiento y sin grandes nombres, consumaron el doblete en la zona y defendieron hasta el final el banderín que ganaron un año atrás.
No será fácil, pero de qué Pericos peleará palmo a palmo en cada uno de los 66 juegos que conforman el rol regular, no queda ninguna duda.
- Los Pericos inauguran la campaña regular en el parque Hermanos Serdán, este viernes frente a los Guerreros de Oaxaca