La diputada Nora Merino Escamilla, representante de la cuarta transformación en el congreso del estado poblano y quien presentó recientemente la iniciativa para prohibir las peleas de gallos y corridas de toros, aceptó torear una becerra brava en El Relicario de Puebla.
Lo anterior, para mostrarle al público en general que aceptó estar equivocada en su enfoque sobre la fiesta taurina. Ya que los animales bravos tienen en sus genes esa conducta y la lidia es plenitud de vida y dignidad de muerte.
Asesorada por un grupo de científicos europeos, la presidenta de la Comisión del Medio Ambiente reconoció que, de acuerdo a los estudios de psicólogos, el ser humano por su creatividad y memoria tiene la capacidad de sufrir, mientras que el toro bravo solo sabe combatir ya que esa es su naturaleza.
Asimismo, la diputada autora de la propuesta para prohibir los festejos taurinos en la entidad poblana, admitió que de llevarse a cabo su iniciativa generaría desempleo en adultos mayores que trabajan en esta actividad como vendedores de golosinas, transportistas, caporales y vaqueros. Personas que por sus patrones o por iniciativa personal están inscritas al seguro social.
De prohibirse la tauromaquia, ella no estaría dispuesta a pagarle a todos ellos sus prestaciones.
EL DOLOR EN LOS AMIMALES
Nora Merino Escamilla reconoció que Juan Carlos Illera, Profesor titular y director de departamento de Fisiología Animal de la facultad de Veterinaria de la universidad Complutense de Madrid y su equipo, al analizar en el año 2007, en la plaza de Las Ventas de Madrid la respuesta hormonal de 180 toros y 120 novillos, descubrieron que durante la lidia el toro libera 10 veces más betaendorfinas (opiáceo), conocidas como hormonas del placer, que un ser humano, y siete veces más que durante el transporte.
La betaendorfina, explica el Doctor Illera, bloquea los receptores del dolor hasta que llega un momento en que el dolor y el placer se equiparan y el sufrimiento puede llegar a ser casi nulo. Por lo que Merino Escamilla para comprobar este estudio ha decidido torear en público este 28 de diciembre y con ello comprobar que el toro de lidia es un gladiador natural.
TRATO DIGNO
Antes de hacer el paseíllo en la plaza de toros poblana con 31 años de vida, Nora Merino también admitió que se requiere una mayor cultura entre las personas para un trato digno a los animales. Pues existen perros cuyo trato es equiparable al de un humano, sin darle el fin zootécnico por el cual existen.
Hay muchas especies que se tienen en hogares sin la utilidad por la cual existen estas razas. Nora aceptó que los animales merecen dignidad de vida y también de muerte.
PREPARACIÓN PROFUNDA
También la diputada, además de prepararse físicamente para lidiar una becerra brava este sábado 28 de diciembre, al igual que los toreros, hará una preparación espiritual. Ya que la actividad de torear conlleva una formación muy amplia, que incluye la parte espiritual, ya que son de las pocas profesiones en donde sí se pone en riesgo la vida.
Y su cargo en una curul, difícilmente le obliga a una preparación constante en ese sentido. Así que decidió hacer un plan de ejercicios con toreros, platicar con ganaderos y empresarios del ramo, acudir a un retiro espiritual y meterse al ruedo este día de los santos inocentes.
Esta nota se hace por el Día de los Inocentes. Favor de omitir los datos de la misma. Cualquier parecido con la realidad, solo es coincidencia
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