Lo que se manejó en este espacio como una posibilidad tomó formas de realidad cuando esta misma semana Samuel Lozano Molina se unió a la lista de aspirantes para dirigir los destinos de la Liga Mexicana de Beisbol en sustitución de Javier Salinas que, agobiado por las presiones, decidió mejor presentar su renuncia a principios del mes.
Samuel es ampliamente conocido en el movimiento del beisbol y aunque actualmente se desempeña como director de Turismo en su natal Nuevo Laredo, Tamaulipas, se encuentra enterado de toda la problemática actual que se vive dentro del eje central del Rey de los Deportes en nuestro país.
"Me gusta la idea", expresó Sammy cuando platicó con el columnista y se enteró que aparecía como uno de los candidaros ideales para lograr la reconciliación en un deporte donde los directivos en lugar de jalar para un mismo lado, en pro del beisbol mexicano, se han visto como enemigos, siempre buscando, en muchas ocasiones el beneficio personal.
"Esto es beisbol, dice Samuel, y como la pelota necesita de un centro para ser armada y al final rematada con sus 108 costuras, igual la Liga Mexicana requiere de alguien que represente ese eje, pero apoyado siempre por 16 costuras, que son los dueños de cada uno de los equipos que integran el circuito", agrega.
Samuel que comenzó su andar por la pelota en 1981 con los Tecolotes de Nuevo Laredo, a los que convirtió más tarde en Dos Laredos y allí se mantuvo en diferentes etapas, hasta arrancar el proyecto de Pericos en el año 2000.
Lo conocí en su primera reunión con Felipe Gutiérrez Delfín en un restaurante del centro de la ciudad y desde allí disparó sus planes con entusiasmo, para poner la primera piedra de lo es hoy una organización consolidada en Liga Mexicana qye viveo su estancia más prolongada en el circuito de verano.
Se mantuvo hasta el 2005 cuando salió de manera injusta, pero se quedó en Puebla como director comercial de Radio Tribuna y más tarde regresó al beisbol con Aguascalientes y el desaparecido Águila de Veracruz, con quienes estuvo hasta 2009 cuando tuvo renunció para atender negocios familiares.
Pero a pesar de esa década fuera de la pelota, Samuel siempre se encuentra al tanto de lo que sucede dentro del circuito y fue pieza clave para que el beisbol regresara a Laredo hace un par de años.
No es ningún improvisado. Sabe y conoce perfectamente los cimientos del circuito. No se obsesiona por ser presidente, se puso a las órdenes del consejo porque si algo desea es conciliar para que todos jalen por un mismo lado y para que los dueños de los equipos hablen un solo idioma llamado beisbol.
En lo comercial no es ningún improvisado, tiene buen trato y, sobre todo, don de convencimiento para sumar la experiencia y el entusiasmo de todos quienes anhelan que el Rey de los Deportes se siga consolidando y manteniendo su grandeza.