Esta vez, y luego de las segundas dosis o refuerzos de las vacunas contra el COVID-19 la espera para volver a disfrutar el lunes clásico del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) en Puebla no fue tan larga a como se vivió en 2020.

Dos semanas después del aviso del CMLL sobre el cierre momentáneo de las actividades en Ciudad de México, Guadalajara y Puebla la “normalidad” volvió a las calles aledañas de la casa del dolor ajeno en el Centro Histórico de la Angelópolis; aunque no con la expectativa de agosto del 2021, cuando el pancracio angelopolitano abrió sus puertas por primera vez desde marzo del 2020.

Pero por el rostro de los vendedores de cemitas, máscaras y taquilleros de la Arena Puebla cualquiera en su sano juicio se daría cuenta de la necesidad de volver a la acción en el Gigante de Acero, pues no es lo mismo vender 500 pesos al triple de dicha cuenta… esa es la diferencia de un día con lucha o a un día sin la misma.

“Nosotros no dejamos de venir, pero te das cuenta qué hay poca gente (durante esos días sin función). Sólo viene la gente que por tradición busca las cemitas y ya como te ven es cuando se acercan y se llevan su máscara; así que gracias a Dios… poquito pero sí estuvimos vendiendo”, dijo Mamá Lucha, vendedora de máscaras y capas apostada en contra esquina de la Arena Puebla.

A casi dos horas de la función de reapertura, la segunda programada durante la pandemia de COVID-19 en la Arena Puebla, los boleteros del coso le dijeron a este diario la disposición de boletos en todas las localidades. A cualquiera le espantaría el pronóstico, más cuando se viene de otro cierre y cuando las cuentas apenas salían para salir “tablas” de la función; pero a ellos, el ver a poca gente a las afueras de la Arena no les causa mella, ya que están acostumbrados a ver cómo el boletaje se consume en los minutos previos a la gala.

“Aún hay boletos, está muy tranquilo, pero conforme se acerque la hora habrá mucha más gente. Así es la tradición”.

SIN CAMBIOS EN LOS PROTOCOLOS

Si bien los altos índices de contagio de COVID-19 en el estado durante las últimas dos semanas obligarían a medidas más fuertes para los asistentes al lunes clásico, de momento no hay mejor arma que el cubrebocas, gel y la sana distancia.

“Mismos protocolos: toma de temperatura, aplicación de gel y sana distancia. La Arena operará al 50 por ciento de su capacidad, así que no hay nada nuevo”, comentaron los encargados de la seguridad del inmueble.

La lucha está de regreso tras un paro corto, pero obligado por la situación sanitaria.