Así funciona la industria del chateo sexual falso que engancha a cientos de hombres

Se ha demostrado que mayoría de las personas que realizan estas prácticas también son varones

Jesús Noé Suárez | El Sol de Puebla

  · viernes 23 de septiembre de 2022

Los internautas que se dedican a este tipo de negocios, forman parte de grupos organizados. Foto: Pixabay

Gracias al éxito del internet, se han generado nuevas opciones para obtener ingresos, incluso hay empresas que solo realizan actividades por medio de esta herramienta, sin embargo, hay quien aprovecha el anonimato que se ofrece para realizar estafas, en especial en páginas de índole sexual, en donde es fácil encontrar personas dispuestas a gastar su capital.

Con mensajes, audios, imágenes y videos algunas personas logran obtener grandes cantidades de dinero desde la web, sin embargo, lo que más ha captado de la atención de los internautas es que ese contenido no es suyo, y lo usan para simular alguien que no son.

Los internautas que se dedican a este tipo de negocios, forman parte de grupos organizados que colaboran para atender las solicitudes de varones que buscan interactuar con mujeres jóvenes. Sus estrategias fueron diseñadas para cautivarlos por un tiempo prolongado, pero en cuanto les pagan, los dueños de estos sitios suelen desaparecer.

¿Cómo operan estos grupos?

Un estudiante nigeriano que se identificó con el seudónimo de Abiodun, reveló en una entrevista para la BBC que, tiene diferentes portales web en los que comparten contenido erótico relacionado con mujeres, y dirigido a varones heterosexuales.

Él explicó que en estos espacios sube imágenes gratuitas, y mientras más tiempo esté una persona viéndolas, más ingresos genera, aunque, este no es su negocio principal, ya que a los visitantes de su portal les da la posibilidad de hablar con mujeres que supuestamente están cerca de su zona.

Para que los usuarios puedan entrar a esas conversaciones tienen que pagar cierta cantidad que les otorga créditos, con los cuales pueden enviar mensajes, o pedir otro tipo de contenido, y entre más cosas quieran compartir o recibir, necesitan dar más dinero.

Para que los usuarios puedan entrar a esas conversaciones tienen que pagar. Foto: Pixabay

El chico indicó que por lo regular la gente paga entre 6 y 300 dólares por paquete, es decir, entre 120 y 6 mil pesos mexicanos. Pero lo que sus clientes no saben es que no están hablando con la persona que creen, ya que los perfiles de esas jovencitas son falsos y las fotografías las extraen de internet.

Abiodun señaló que trabaja con otros muchachos que le ayudan a chatear con los solicitantes. Sus sitios funcionan a través de la firma originaria de Holanda Meteor Interactive BV. "Es como un trabajo de servicio al cliente, solo que el cliente cree que está hablando con el director ejecutivo”, indicó.

¿Dónde operan estas personas?

El estudiante dueño de estos portales comentó que ellos operan desde los Países Bajos hasta Estados Unidos, además, utilizan un software de localización para fingir que están en otros lugares apartados de Nigeria.

Con esta herramienta les hacen creer a sus víctimas por unos momentos que pueden verse con las supuestas jóvenes, pero para ello igual les piden dinero, pero cuando llega la hora de verse siempre cancelan. Todos sus servicios están disponibles las 24 hrs.

Uno de los hombres confesó para la BBC que "Te enganchan diciendo que viven en tu ciudad o cerca y que quieren conocerte 'ESTA NOCHE' gastas créditos mandándoles mensajes de texto y cuando quieres establecer un lugar y una hora para encontrarnos, entonces comienzan las excusas".

En otro testimonio un sujeto reveló que habló con más de 20 perfiles falsos, y en total gastó más de mil pesos. Aunque las leyes de Nigeria prohíben enviar contenido explícito, Abiodun comentó que no está rompiendo la ley.

CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos cuentan hasta con 12 planes de pago para la telefonía. Foto: Ilustrativa Pxhere

Losclientes están en riesgo de ser víctimas de smishing. Foto: Cuartoscuro

Reciente los “quemados” se han convertido en una peligrosa tendencia entre los jóvenes de Puebla. Foto: Pixabay

TEMAS