Hasta ahora el estudio de los sismos se ha limitado en el mundo a los efectos que generan, qué los puede provocar, dónde se pueden originar, la ubicación de las placas tectónicas e incluso los movimientos que estos pueden generar, sin embargo, el prevenirlos es algo que aún es imposible aun pese a los avances en la ciencia, esto debido a la naturaleza de estos fenómenos.
Pero otro de los de los fenómenos que hasta ahora no había sido estudiado es la medición de la llamada rotación del fondo oceánico, la cual es producida por sismos calificados como lentos, siendo la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la que encabeza estos trabajos, pero ya se toparon con la barrera de los recursos, por lo que buscan apoyo económico para continuar.
¿Qué descubrieron científicos de la UNAM sobre los sismos?
El trabajo de los científicos de la UNAM hasta ahora consiste en el desarrollo de fórmulas para interpretar la rotación que tiene la corteza terrestre como resultado de un terremoto, mediante un método con el nombre de Elastostatic Adjoint Inversion, que en mayormente nombrado bajo las siglas ELADIN, el cual fue creado por los departamentos de Geofísica y Sismología de la universidad.
La presentación corrió a cargo de los doctores José Luis Macías Vázquez y Vladimir Kostoglodov, directores de los respectivos departamentos de la Máxima Casa de Estudios de México, aunque también cuenta con el trabajo del doctor Víctor Manuel Cruz Atienza, quien lidera el proyecto científico SATREPS UNAM, mismo en el que se dio el descubrimiento.
De acuerdo con los expertos, este trabajo es relevante debido a la naturaleza de los datos y a la innovación del método con que se podrían detectar y estudiar los sismos lentos, pues por lo menos seis grandes terremotos de los que se han producido en México fueron precedidos por sismos lentos, mismos que surgen del fondo del mar, donde ocurren los procesos en el contacto de las placas tectónicas.
¿Por qué requiere la UNAM de inversión para una investigación sobre sismos?
La importancia en la existencia de un apoyo financiero a una investigación de este tipo radica en el hecho de que es en las zonas de subducción donde se originan los grandes terremotos y tsunamis, por los lo que este trabajo podría servir para prevenirlos, lo que afirmaron que implicaría “coloca a México en la frontera del conocimiento global sobre la sismotectónica y sismogénesis”.
Sobre la necesidad de la inversión puntualizaron que mientras México cuenta con la información geodésica una vez al año cuando recogen los equipos, otros países la tienen en tiempo real gracias a la fibra óptica, por lo que mediante la búsqueda de fondos de la iniciativa privada pretenden continuar con la investigación que hasta el momento depende de la inversión extranjera.
Finalmente, la finalidad es instrumentar el mar y la tierra de México, para que con los datos que se obtengan gracias a estos aparatos se puedan desarrollar protocolos de evacuación cuando se sepa de la llegada de tsunamis y terremotos, lo que implicaría el salvar vidas mediante el pronóstico de los sismos devastadores, por lo que también buscan la publicación de ELADIN en una revista científica de impacto global.