A escasos dos días de cumplirse el primer mes de la inexplicable aparición del enorme socavón de Santa María Zacatepec, comunidad del municipio de Juan Crisóstomo Bonilla, comerciantes informales han ampliado el abanico de recuerdos alusivos a este fenómeno, pues no solo mantienen a la venta pan, camisetas y la memela especial, sino ahora incorporan una taza con diseños atractivos.
En el nuevo recuerdito resaltan los colores rosa y verde, pero en ambos destacan aún más las fotografías del gran hundimiento que ha sorprendido no sólo a poblanos desde pasado 29 de mayor sino a todo el mundo.
Desde ese entonces este fenómeno, del cual se desconocen sus causas, pero que ya son investigadas por especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se ha convertido en un atractivo y eso ha llevado a decenas de personas a visitarlo y trasladarse de otro municipio poblano o entidad del país, para conocer su gran diámetro que ya casi alcanza los 130 metros.
La mañana de este domingo, el número de visitantes era nutrido pues hasta grupos de ciclistas arribaron a esta zona de peligro, custodiada por elementos del Ejército Mexicano.
De igual forma se notó la llegada de más comerciantes de diferentes mercancías, principalmente helados, frituras, micheladas, semillas, elotes, cemas y hamburguesas a este polígono, con la esperanza de obtener buenas ventas.
En otros puestos, se exhiben los recuerdos de socavón, como es el pan, las playeras y ahora las tazas que ya se comercializan en el pasillo de vendimia formado por vecinos de la zona e informales de otros puntos del estado, quienes con pancartas o mantas atraen a los consumidores que arriban para recorrer el perímetro de este gran foso y tomarse una fotografía o video.
Por cierto que para obtener la taza conmemorativa sólo se necesita desembolsar 80 pesos.