Si bien el consumo de distintas sustancias durante las relaciones sexuales es una práctica que no ha surgido recientemente, pero en los últimos tiempos ha cobrado fuerza entre los jóvenes, quienes sin tomar mayores precauciones hacen uso de productos de los cuales desconocen su origen, esta práctica es como conocida como “Chemsex”, nombre que le otorgó la sexóloga Eugenia Bazán.
Actualmente se piensa que esta práctica reúne a entre el 4 y 19 por ciento de las ciudades, esto debido a que el uso de aplicaciones de citas permiten que entre estos grupos, que para agregarle un plus a su experiencia incluso se ponen de acuerdo sobre las sustancias que consumirán y el proveedor con quien las conseguirán, favoreciendo además a la desinhibición, eliminando dificultades como la baja autoestima, malestar emocional y percepción devaluada de la autoimagen, entre otros.
¿Cuáles son los problemas provocados por la práctica del "chemsex"?
Debido a que los productos utilizados suelen ser metanfetamina, mefedrona, GHB y GBL, popper, MDMA y cocaína e incluso estas llegan a mezclarse, dentro de los riesgos se encuentra una alteración de la percepción, lo que a su vez puede provocar la falta en el uso de preservativos, lo que puede a llevar una mayor probabilidad de contagio de enfermedades de transmisión sexual.
A su vez esto puede dar paso a prácticas sin consentimiento, mismas que tras pasar los efectos pueden dejar otros problemas tanto físicos como psicológicos, además de que estas sustancias interfieren con los efectos de los medicamentos de usan las personas con VIH y puede generar una predisposición a daños cardiovasculares, además de un deterioro en la vida personal, social y laboral.
Y es que muchos de estos problemas surgen debido a que el consumo no se limita a un solo consumo, sino que con el paso del tiempo va incrementando, además de que a futuro genera que sea necesario el consumo para generar una sensación satisfactoria, sin dejar de lado que puede provocar en el momento psicosis paranoide, estupor y arritmias, entre otros efectos.
¿Cómo se puede tratar la práctica del "chemsex"?
La principal recomendación es que en caso de que aún no se haya realizado esta práctica el consejo no intentarlo, pero en caso de querer arriesgarse lo importante es pactar con anterioridad preferencias sexuales, de consumo y preventivas, aclarar los límites en cuanto a prácticas sexuales, pautar quiénes van a participar y cómo se van a cuidar, además de compartir instrumentos de consumo.
Se debe tener en cuenta que el consentimiento para esta práctica es irreversible pese a que se pueda suspender en cualquier momento, por lo que la recomendación es rodearse de personas de confianza y si alguno de los integrantes padece VIH estar conscientes de la baja de defensas que se sufre, además de realizarse una valoración después de mantener el encuentro.
Finalmente, en caso de ya encontrarse en medio de una adicción la petición de ayuda debe provenir de manera directa del afectado, pues este debe ser sometido a un proceso terapéutico interdisciplinar mediante la realización de actividades alternativas, aprendiendo as identificar sensaciones o situaciones que preceden al consumo, para a su vez generar nuevas estrategias de afrontamiento.