El domingo 31 de enero de 1971, hace 50 años, la Apollo 14 despegó rumbo a la Luna, fue una misión ambiciosa y polémica a la vez.
Los astronautas Alan Shepard, Edgar Mitchell y Stuart Roosa viajarían en la Apollo 13, pero Shepard necesitaba más entrenamiento por haber hecho una pausa por una enfermedad, por lo que se intercambiaron las tripulaciones de la Apollo 13 y la Apollo 14.
EL RETRASO
Programada para octubre de 1970, la Apollo 14 se aplazó mientras se investigaba el accidente de la Apollo 13 y se rediseñaba el Módulo de Servicio.
Meses después, el domingo 31 de enero de 1971, el cohete Saturno V despegó desde Cabo Cañaveral, rumbo a la Luna.
Minutos después, ya en la órbita terrestre, el Módulo de Comando/Servicio Kitty Hawk sale del cohete, gira y regresa para enganchar al Módulo Lunar Antares, pero no tiene éxito, no cierran los pestillos de atraque. Tras varios intentos que duraron casi dos horas, encienden los retrocohetes del Antares para empujar contra el Kitty Hawk y funciona, pero quedó la duda ¿funcionaría la misma maniobra al salir de la Luna y emprender el regreso a la Tierra?
Después de un viaje tranquilo, el 5 de febrero la Apollo 14 se sitúa en órbita lunar. Stuart Roosa se queda en el Módulo de Comando Kitty Hawk alrededor de la Luna, mientras sus compañeros Alan Shepard y Edgar Mitchell, abordo del Módulo Lunar Antares, inician el descenso a la Luna.
Durante el descenso, de forma inesperada se enciende la señal de abortar, sin una aparente causa. Ni los astronautas ni los ingenieros en Houston encuentran la fuente del problema. En Houston creen que una bolita de soldadura está flotando cerrando el circuito. Sin embargo, deben resolverlo pronto, ya que la computadora iniciará el aborto automático, encenderá motores y alejará a la Antares de la Luna. Entonces, desde Houston les dictan a Mitchell un programa de computadora que ignore la señal. Todo en tiempo récord.
Pero no hubo tiempo de tranquilizarse, de pronto, el radar no muestra la velocidad y distancia a la Luna, sin esa información no pueden alunizar o podrían estrellarse. Shepard fija el radar contra la superficie y funciona, aluniza a 53 metros del lugar designado, el alunizaje más preciso de todas las Apollo.
Alunizaron en la región Fra Mauro, el destino de la Apollo 13.
EL PASEO LUNAR
Una vez en la superficie lunar, miran a través de las ventanillas y solo ven un árido paisaje gris con un cielo tachonado de estrellas.
Tras un retraso de cinco horas por una falla en las comunicaciones, los astronautas abren la escotilla y salen al frío ambiente lunar, Shepard da unos pasos y dice: ha sido un largo camino, pero aquí estamos. Shepard es de los astronautas originales del Mercury 7, los primeros astronautas de Estados Unidos, fue el primer estadounidense en volar al espacio en un vuelo suborbital en 1961, semanas después del vuelo de Yuri Gagarin. La enfermedad de Ménière lo alejó del programa espacial, pero tras una operación regresó. Es el astronauta de mayor edad en ese momento y es el de mayor edad en caminar en la Luna, tenia 47 años.
En su primera actividad extravehicular, Shepard y Mitchell instalaron la estación científica ALSEP que contenía: dos sismógrafos, un medidor de iones y otro de partículas en el ambiente lunar. Fuera del ALSEP también colocaron un magnetómetro y un reflector láser para medir la distancia a la Luna. Mitchell disparó unos explosivos para que en la Tierra detectaran las vibraciones y calibraran los sismógrafos, después colocaron la bandera de los Estados Unidos y regresaron a la Antares. Toda la actividad les llevó más de 4 horas.
Por primera vez los astronautas se apoyaron con una carretilla (MET) especial para el transporte del equipo científico y de las rocas lunares.
En el Módulo Lunar, Shepard y Mitchell comentaron que el terreno era más accidentado de lo esperado.
Para la siguiente expedición, debían caminar varios metros cuesta arriba, estaban 93 metros por debajo del cráter Cone, el cual se encontraba a casi 1.3 km del lugar de alunizaje. Ahí debían tomar fotografías recoger rocas y realizar una descripción del lugar, sería la culminación científica de la misión.
Horas después los astronautas inician la exploración. Salen y caminan, se alejan de la cámara de televisión y en Houston los pierden de vista. Los astronautas buscan dos pequeños cráteres que servirían de referencia, pero no eran cómo en los mapas, por lo que dudaron de estar en el lugar correcto. Avanzaron y la subida fue agotadora, miran a todos lados y no aparece el cráter Cone. Lo accidentado del terreno oculta varias partes del terreno La desesperación aumentó y la respiración era agitada. El oxígeno se agotaba y no había más que colinas grises por doquier. De pronto divisan un muro ¡el borde del cráter! pensaron, fueron a él, lo suben y nada, no había cráter, fue una decepción, estaban perdidos. En Houston temen que los astronautas caigan y rueden, podrían perder sus huellas que servirían para el regreso a la Antares.
Habiendo agotado el oxígeno permitido, regresaron. La Apollo 14 mostró la necesidad de un vehículo motorizado para los astronautas, el cual apareció en la Apollo 15.
Al regresar y aparecer ante la cámara de televisión, en Houston respiraron tranquilos. Entonces Shepard sacó la cabeza de un palo de golf hierro 6 y lo colocó en una varilla, tiró dos pelotas al suelo y jugó un poco. Por lo abultado del traje espacial, golpeó a las pelotas con un solo brazo.
Mientras, en la órbita lunar, Stuart Roosa toma varias fotografías de la Luna, del lugar de caída de la tercera etapa del cohete Saturno V de la Apollo 13 así como del lugar de alunizaje planeado para la Apollo 16. Roosa llevó cientos de semillas que a su regreso sirvieron para plantar árboles en Estados Unidos, los llamados árboles lunares.
El 6 de febrero, el Módulo de Ascenso de la Antares despegó desde la Luna y se encontró con el Módulo de Comando Kitty Hawk en órbita lunar, el acoplamiento fue un éxito. Pasaron los astronautas al Kitty Hawk, junto con las rocas y lo necesario para el regreso a la Tierra. Desprendieron a la Antares, la cual se estrelló en la Luna al día siguiente. En la Tierra, se recibió la señal del impacto, detectado por los sismógrafos de la Apollo 12 y la 14.
Días después, el 9 de febrero la Apollo 14 amarizó a 1 400 km al sur de la Samoa Americana, los esperaba el portaaviones USS New Orleans. Volaron a Honolulú y luego a Houston. Los astronautas entraron en cuarentena obligada y fueron los últimos en hacerlo al regresar de la Luna.
Los astronautas trajeron 42 kg de rocas, la mayoría breccia, formadas de la fusión entre rocas, por el calor y presión generadas por el impacto de meteoritos o actividad volcánica. También trajeron basaltos, más ricos en aluminio y potasio que otros basaltos lunares. Los basaltos de la Apollo 14 tienen una edad de 4 mil millones de años, más antiguos que los basaltos de otras misiones Apollo.
En 2019 la Universidad Curtin, Australia, determinó que una de las rocas de la Apollo 14, la Big Bertha de 8.9 kg, es en realidad un meteorito terrestre. Una roca expulsada de la Tierra por el choque de un meteorito y millones de años después cayó en la Luna. Big Bertha es rica en granito y cuarzo, lo que es común en la Tierra pero no en la Luna. Tiene 4 mil millones de años, siendo la roca terrestre más antigua conocida. Los astronautas la regresaron a casa.
A pesar de que la misión terminó bien, es muy criticada por los geólogos, pues consideran que faltó tomar más fotografías, no se registró el lugar de recogida de varias rocas y se perdió el cráter Cone.
En 2009, imágenes del Lunar Reconnaissance Orbiter, LRO, mostraron las huellas de los astronautas, llegaron a 30 metros del cráter Cone. german@astropuebla.org
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