Dentro de Islandia, la empresa Geothermal Research Cluster (GEORG) mantiene un proyecto que se encuentra unos kilómetros debajo del nivel de la tierra, al tratarse de la exploración de una cámara de magma.
El país ubicado en Europa tiene un origen volcánico debido a que en su creación hace menos de 20 millones de años, se dio por las erupciones volcánicas en la Dorsal Mesoatlántica en el fondo del Océano Atlántico hasta que se originó una montaña que despuntó en el mar.
Debido a la gran cantidad de cámaras de magma o de depósitos subterráneos de roca fundida, algunas de ellas se encuentran a unos cuantos kilómetros de la superficie de la Tierra, por lo que los científicos decidieron llevar adelante el proyecto Krafla Magma Tested (KMT), la primera instalación de investigación del mundo para estudios y experimentos avanzados del magma.
¿Qué es KMT y el proyecto de magma?
KMT plantea ser una instalación de investigación internacional de acceso abierto con acceso in situ a una cámara de magma para comprensión avanzada y experimentos relacionados con la dinámica de este material, con la energía geotérmica extrema y los riesgos volcánicos.
Con el tiempo se busca que evolucione a múltiples pozos e instalaciones de soporte en superficie. De forma que intenta aprovechar la energía geotérmica directamente de roca fundida a 900 grados para ayudar a resolver los desafíos energéticos del mundo.
Al ser un centro de estudio del magma, también se busca mitigar los peligros de los volcanes y a la par comprender la forma en que los planetas rocosos han formado su corteza.
Su misión de perforación tiene como objetivo un cuerpo de magma que se encuentra a unos dos kilómetros de profundidad debajo de la Caldera Krafla.
Este es uno de los sistemas geotérmicos más investigados del mundo, una caldera volcánica en el noreste de Islandia de cerca de 10 kilómetros de diámetro con una zona de fisuras de 90 kilómetros de largo. Debido a sus características, a sido llamada la cuna de la energía geotérmica en Islandia.
El origen del proyecto viene de otro ocurrido en el 2000 por Icelandic Deep Drilling Project (IDDP), un consorcio industrial y estatal de Islandia, que decidió perforar un pozo en un lugar donde un estudio geofísico sugirió que podía existir una cámara de magma a unos 4.5 kilómetros de profundidad.
La investigación terminó por encontrar una zona mucho menos densa a dos kilómetros de profundidad, una que podía penetrarse fácilmente y después se paró en seco. Esta capa dura que detuvo la perforación estaba formada por obsidiana, un vidrio volcánico ultraduro.
Con esto se demostró que es posible perforar el magma de manera segura sin provocar una erupción, que era el mayor temor en el pasado. Así, se buscó llegar a un segundo paso, alcanzar la cámara del magma y emplear el calor en ese punto para producir energía geotérmica.
¿Qué seguirá para el proyecto?
Fue en 2017 cuando la investigación de KMT arrancó y se encuentran trabajando en encontrar un método para encontrar las cámaras de magma y extraer su energía.
Para el 2026 pretende ya arrancar la perforación y, si llegan a tener éxito, se conseguirá una fuente energética ilimitada durante las 24 horas del día por un coste muy reducido que eliminaría la necesidad de combustibles fósiles.
El 2027 se estaría instalando el Centro de Investigación y para el 2031 ya se tendría su concepto futuro con el uso de la energía desde el magma volcánico.