LA DESINTEGRACIÓN
El cometa C/2017 S3 Panstarrs fue descubierto el 23 de septiembre de 2017 mediante el telescopio Panstarrs en Hawái, EE. UU.
Aunque siempre hay cometas en el cielo, la mayoría solo es observable con telescopio. Se esperaba que conforme el cometa se acercara al Sol y a la Tierra sería visible sin necesidad de binoculares o telescopio.
Sin embargo es muy difícil predecir el comportamiento de un cometa al acercase al Sol, ya que se desconoce su composición. Al ir avanzando el cometa entra en un ambiente de una mayor temperatura, fuerzas gravitacionales mayores y el aumento del viento solar (partículas). Semejante ambiente espacial provocó que el cometa comenzara a tener explosiones que incrementaron su brillo, como la del 2 de julio, que aumentó en 1,600%. Semejante comportamiento hizo pensar que, de continuar así, se vería a simple vista en agosto.
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Por los incrementos de brillo y su tono verde le apodaron “el increíble Hulk”, un nombre no oficial.
Se calculó que el núcleo del cometa no superaba el kilómetro de diámetro, mientras que la coma -la atmósfera de gas alrededor del cometa- tenía un diámetro de 260,000 km. ¡Casi el doble del planeta Júpiter!
El 16 de julio el cometa tuvo un nuevo estallido aún más potente, lo que sugirió que estaba en proceso de desintegración.
Se calculó que el 7 de agosto el cometa estaría a 119, 678, 296.56 km de la Tierra (0.8 UA) y el 16 de agosto a 29, 919, 574.14 km del Sol (0.2 UA). La Unidad Astronómica (UA) es la distancia entre la Tierra y el Sol, esto es, 150 millones de km; en inglés es AU.
Varios astrónomos cometarios seguían al cometa para conocer su comportamiento y aumento de brillo. Astrónomos como José Joaquín Chambó Bris en Valencia, España (cometografía.es) y Michael Jäger y Gerald Rhemann en Austria, entre otros, descubrieron que en algún momento a finales de julio el cometa se desintegró. El C/2017 S3 debía tener mucho gas en su interior o en su superficie, y el aumento de la temperatura y del viento solar le ocasionó explosiones y, por tanto, su destrucción. Solo queda una masa de gas en movimiento que difícilmente será observable a simple vista. Tal vez desaparezca pronto, si no es que ya lo hizo.
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De poder verse -lo cual ya es muy improbable- y de seguir la ruta del cometa -lo que no sabemos-, mañana estaría antes del amanecer al noreste junto a la estrella Pollux de los gemelos. Cada día bajaría más acercándose al Sol. Para el 14 de agosto pasaría de la mañana al atardecer, cerca de la constelación de Leo.
Los astrónomos expertos en cometas ya no tienen esperanzas con el C/2017 S3. Lo perdimos.
Lo que sí es una buena noticia es la próxima lluvia de estrellas.
LAS PERSEIDAS Y LA LLUVIA DE ESTRELLAS
Del 17 de julio al 24 de agosto observaremos los meteoros de Las Perseidas, la lluvia de estrellas o meteoros más activa del año. Se calculan ¡de 60 a 100 meteoros por hora! Las mejores noches y madrugada con más meteoros a observar serán entre el 11 y 13 de agosto, en fin de semana. Además, el brillo de la Luna no interferirá.
Observe a partir de las 11 de la noche al noreste, aunque será mejor esperar a la medianoche. Los meteoros parecerán venir de la constelación de Perseo -de ahí su nombre- y se verán toda la noche hasta el amanecer, conforme Perseo se alce en el cielo.
Vaya a un jardín o patio, apague las luces, utilice una silla de playa o campo o coloque colchonetas en el suelo y acomódese.
No será difícil encontrar esta constelación. A las 11 de la noche estará en el horizonte noreste; arriba se encontrará Cassiopeia, una constelación con forma de W. Un poco al sur de Perseo, al este, aparecerá el Toro y su famoso cúmulo estelar de Las Pléyades.
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Aunque hay un método más fácil.
Baje una app astronómica para su celular o tableta (una aplicación). Muchas apps son gratuitas, como SkyMap, Stellarium, Mobile Observatory o SkyPortal, entre otras. Si su teléfono tiene el sensor de ‘brújula digital’, la app le indicará la posición de las constelaciones en tiempo real. Coloque el teléfono o tableta frente a usted rumbo a las estrellas que desee conocer y aparecerán en la pantalla sus nombres; cambiará conforme mueva el teléfono. Si su teléfono no tiene el sensor de brújula digital (el sensor, no la app), mueva con sus dedos el mapa estelar hasta hacerlo coincidir con los puntos cardinales, para lo cual necesitará una brújula, objeto que puede comprar en las papelerías.
Después de los días de más meteoros cada noche habrá menos a observar hasta su fin, el 24 de agosto.
Las Perseidas fueron descubiertas por el astrónomo belga Lambert Adolphe Jacques Quetelet en 1835. Casi treinta años después, en 1866, el astrónomo italiano Giovanni Virginio Schiaparelli -el de los ‘canales’ de Marte- descubrió que las lluvias de estrellas son causadas por los cometas. Es decir, en los millones de años de nuestro Sistema Solar, varios cometas han cruzado la órbita de la Tierra, y a su paso dejan material regado. Lo que observamos como la cola de los cometas cada año, cuando la Tierra pasa por esa misma zona, es dicho material, pequeñas piedrecillas del tamaño de una canica, que chocan con nuestro planeta y por su alta velocidad se rozan con la atmósfera y se incendian o explotan, lo que vemos como un aumento de brillo. A este fenómeno lo conocemos como estrellas fugaces; en algunas ocasiones puede incluso escucharse el sonido de la explosión del meteoro.
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Las perseidas se mueven a 59 km/s. Evidentemente, al chocar con la atmósfera disminuyen su velocidad. Aun así son muy rápidas y mientras usted se voltee a decir “no veo nada” puede perder una. Hay que estar muy pendientes en el cielo nocturno durante esos días.
Ojalá tengamos un cielo despejado y seamos testigos de la lluvia de meteoros más activa del año, Las Perseidas. Le agradezco a José Joaquín Chambó Bris, Michael Jäger y Gerald Rhemann por permitirme usar sus fotografías del cometa C/2017 S3. german@astropuebla.org