Con el objetivo de ayudar a mitigar los efectos de los viajes espaciales de larga duración, un grupo de científicos estadounidenses han diseñado un compuesto prometedor que ayudará a evitar la pérdida de masa ósea de los astronautas, durante las misiones prolongadas en el espacio.
En la era de los descubrimientos espaciales y las investigaciones de otros planetas, los problemas no se centran en el desarrollo tecnológico, sino en las consecuencias que el cuerpo humano sufre al estar expuesto a la gravedad.
Y es que, hasta ahora las investigaciones habían demostrado que los astronautas perdían entre un 1 y 2 por ciento de su densidad ósea cada mes que se encontraban flotando en el espacio. No obstante, después de un estudio publicado en “Scientific Reports”, se concluyó que pasar seis meses en el espacio equivale a décadas de masa ósea perdida en la Tierra, esto debido a que la microgravedad elimina presión de las piernas al pararse y caminar, lo que pone en riesgo su seguridad en misiones prolongadas.
En la actualidad, la estrategia para mitigar la pérdida ósea se basa únicamente en el ejercicio físico, sin embargo, el enfoque tiene algunas desventajas, como puede ser la unicidad de respuesta a los procesos químicos de cada organismo, así como la imposibilidad de hacer deporte de los astronautas lesionados.
Un compuesto para evitar la pérdida de masa ósea en viajes largos
Un equipo de profesores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y del Instituto Forsyth en Cambridge, Massachusetts, logró diseñar un compuesto prometedor para prevenir la pérdida ósea en el espacio.
De acuerdo al estudio publicado en la revista "Microgravity", de "Nature Partner Jounal", se trata de la molécula NELL-1 (descubierta porKang Ting, del Instituto Forsyth), crucial para el desarrollo óseo y el mantenimiento de la densidad ósea.
“Los principales riesgos para la salud de los vuelos espaciales, como la exposición a la microgravedad, los altos niveles de radiación y los cambios sistémicos de fluidos, contribuyen al deterioro fisiológico, que abarca la atrofia muscular, el debilitamiento de los huesos, la disminución de la función inmunitaria, la alteración de la visión y las enfermedades cardiovasculares”, indican los investigadores en la publicación.
Según lo publicado, con el objetivo de comprobar sus efectos, los científicos administraron este compuesto a un grupo de ratones a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) y fueron expuestos a microgravedad (“TERM Flight”) durante nueve semanas para simular los desafíos de los viajes espaciales de larga duración. De esta manera se comprobó que la molécula evitó en gran medida la pérdida ósea asociada con el tiempo pasado en el espacio.
“Descubrimos que el BP-NELL-PEG aumentó significativamente la formación ósea en ratones de vuelo y de control en tierra sin efectos adversos evidentes para la salud. Nuestros resultados destacan BP-NELL-PEG como una terapéutica prometedora para mitigar la pérdida ósea extrema ante la exposición a la microgravedad de larga duración y la degeneración musculoesquelética en la Tierra, especialmente cuando el entrenamiento de resistencia no es posible debido a una incapacidad (por ejemplo, una fractura ósea, un accidente cerebrovascular)”, concluye la investigación.
Finalmente, los resultados expuestos ponen en alto las perspectivas a futuro del tratamiento con un compuesto de este tipo, a fin de prevenir el envejecimiento óseo prematuro y el riesgo de roturas en los huesos de los astronautas durante los vuelos espaciales de larga duración.