Una investigación dirigida por Alejandro Valdez-Mondragón, académico del Instituto de Biología en la sede de Tlaxcala, y sus alumnas Claudia Navarro, Karen Solís, Mayra Cortez y Alma Juárez llevó al descubrimiento de la especie número 38 de araña violinista nativa del país, la cual es la primera considerada originaria de la región del Valle de México, por lo que fue denominada Loxosceles Tenochtitlan.
Con este hallazgo, más dos arañas introducidas hace muchos años (Loxosceles reclusa y Loxosceles rufescens), hoy en día somos la nación con la más alta diversidad de especies de este género en el mundo, ya que de 140 que hay actualmente, aquí contamos con 40, que equivalen a cerca de 30 por ciento de las existentes en el planeta, destacó.
¿CÓMO ES LA NUEVA ESPECIE?
Lo que hace única a ésta es la forma de la tibia en los palpos del macho, las estructuras sexuales de la hembra tienen unos receptáculos seminales donde almacenan el esperma y también presentan cambios en algunas secuencias genéticas.
A simple vista, puede identificarse porque no es de color llamativo, sino que presenta tonos café oscuro, y a diferencia de otras especies de Loxosceles en el país, donde no es tan marcado, tiene un patrón dorsal en forma de violín muy visible, de ahí su nombre.
¿DÓNDE VIVEN?
En zonas urbanas o lugares antropizados pueden ubicarse en sitios donde nosotros mismos les damos las condiciones óptimas para que se establezcan, porque se encuentran donde hay objetos acumulados (almacenes o bodegas); en basura, porque los desechos atraen insectos que les sirven de alimentos como cucarachas, moscas y cochinillas.
“De modo que la temperatura, humedad y comida les son favorables en nuestros hogares, lo cual nos pone en riesgo de tener un accidente con ellas, aunque al alimentarse de insectos también realizan una función ecológica importante”, enfatizó el académico.
De acuerdo al investigador, estas arañas son bastante tímidas, como la mayoría de especies que hay en el mundo, por lo que, evitan el contacto humano, pero si se sienten amenazadas reaccionan mordiendo y éste es un mecanismo de defensa.
¿CÓMO EVITARLAS?
La mejor forma de contrarrestar su presencia en las zonas del Valle de México es mantener limpio, no tener escombros o lugares donde se puedan establecer.
En época de lluvias, los machos buscan a las hembras en sus telarañas y como son de hábitos nocturnos y errantes pueden encontrarse entre la ropa, los zapatos o en una cama y muchas veces ahí se dan los accidentes.
¿CÓMO ES SU MORDEDURA?
La mordedura de este arácnido tiene características muy comunes porque empieza con una llaga que se torna morada y alrededor es rosado. Sin embargo, es difícil identificar el cuadro clínico porque cuando se da la mordedura muchas veces no duele y puede confundirse con una infección cutánea, picadura de insecto, o urticaria producida por una planta, entre otras razones.
Si se ve a la araña cuando muerde, lo mejor es recolectar el ejemplar para saber a qué especie pertenece y acudir al médico para que determine si el paciente necesita un antihistamínico, un desinflamatorio o un suero específico, concluyó el académico.
Con información de Gaceta UNAM