Científicos habrían descubierto una nueva variante del VIH nombrada como VB, la cual sería altamente virulenta como transmisible. Esto no se considera una crisis de salud, pero sí una alerta para entender que las evoluciones del virus no significan que sean menos peligrosos para los humanos.
Al respecto, el estudio señala que debido a la aparición de la Covid-19 y el virus SARS-CoV-2 existe una mala idea generalizada de que los virus al evolucionar se vuelven menos mortales. En el caso de esta nueva variante del VIH, las personas infectadas podrían desarrollar Sida en los próximos dos o tres años posteriores.
¿QUÉ PROVOCA ESTA NUEVA VARIANTE?
Chris Wymant, epidemiólogo evolutivo de la Universidad de Oxford del Reino Unido y líder del estudio comentó que esta nueva variante puede conducir a una reducción de las células inmunitarias que son conocidas como T CD4, por lo que los infectados estarían en mayor riesgo de desarrollar Sida que aquellos contagiados con otras variantes anteriores.
La carga viral promedio de aquellos que dan positivo a la variante VB es aproximadamente cuatro veces más alta que la habitual para la infección por VIH lo que hace que el sistema inmunológico se debilite el doble de rápido.
Una caída importante de las células T CD4, que ayudan a coordinar la respuesta inmunitaria del cuerpo ante cualquier infección, es una señal de que el VIH dañó el sistema inmunitario. En caso de no recibir tratamiento, los infectados podían desarrollar Sida en un tiempo de dos a tres años, que es una gran diferencia con otras cepas de la enfermedad donde el tiempo llega a ser de seis a siete años.
Pese al potencial de la variante, los científicos señalaron que no es motivo para llamar a una posible crisis de salud pública, pero si es motivo suficiente para permanecer alerta. Esto se debe a que VB no es resistente a los medicamentos que ya existen para el tratamiento contra el VIH.
Meg Doherty, directora de Programas Globales de VIH, Hepatitis e ITS de la Organización Mundial de la Salud (OMS), comentó que el descubrimiento no causa demasiada preocupación, pero que se debe subrayar la necesidad de preparación como de vigilancia ante las pandemias para detectar y responder ante las nuevas versiones de los patógenos.
“El peor de los casos sería la aparición de una variante que combina alta virulencia, alta transmisibilidad y resistencia al tratamiento. La variante que descubrimos tiene solo las dos primeras de estas propiedades”, comentó Chris Wymant. “Probablemente haya al menos algunas personas más en otros lugares que aún no han sido detectadas. Al hacer la secuencia genética de VB esté abiertamente disponible, estamos permitiendo que otros investigadores en otros países verifiquen sus propios datos privados”.
EL HALLAZGO DE LA VARIANTE VB
De acuerdo con el estudio publicado por la revista Science, la nueva variante VB del VIH se encuentra en Europa, principalmente en los Países Bajos. Su contagio habría comenzado desde 1990 y se extendió de manera rápida en la década de los 2000, pero su circulación comenzó a bajar a partir de la década de 2010.
Las medidas de detección y para frenar la enfermedad habrían ayudado a que los contagios se limitaran. De esta forma, el estudio solo encontró dos infecciones más de la variante en los países de Bélgica y Suiza, pero hasta ahora ninguno fuera del continente europeo.
Para sus hallazgos, se analizaron más de 100 muestran de sangre de personas infectadas. Al utilizar secuencias del genoma, se rastrearon las relaciones evolutivas entre diferentes variantes del VIH para determinar qué tan rápido se había propagado.
Previamente, en un proyecto internacional llamado Beehive, encargado de monitorear muestras de VIH en toda Europa y Uganda, se identificaron 17 casos a finales de 2018 y 15 de ellas eran procedentes de los Países Bajos. Se procedió a analizar datos de 6,700 personas con VIH con lo que se encontró otros 92 casos de la nueva variante para dar un total de 109.
Aquellos que dieron positivo a la nueva variante también lo hicieron con versiones del VIH estrechamente relacionadas, lo que podría indicar la velocidad de contagio del virus de persona a persona.