Artículo No. 1212
Hércules, hijo de Zeus y Alcmena, cayó en desgracia por matar a su mujer, a sus hijos y a dos de sus sobrinos, para retornar con honor debió realizar diez trabajos: robos y la captura y matanza de algunas bestias y otros. Le ayudó su sobrino Yolao, lo que fue contraprudecente, pues los trabajos debían ser realizados solo por Hércules y por lo tanto, se le agregaron dos más, quedando al final en doce trabajos.
EL LEÓN
El primer trabajo fue matar y desollar al León de Nemea, hijo de Tifón, enemigo de Zeus, y Equidna, una ninfa monstruosa. Como es propio de la mitología griega, el odio y la venganza es heredada y pronto los hijos de Zeus y de Tifón se enfrentarán a muerte.
El León mantenía el terror en las poblaciones cercanas, pues se comía el ganado y a los pobladores.
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Hércules partió a Nemea, tan pronto llegó se dio el violento encuentro. El León enfurecido corrió hacia Hércules, quien le dispara flechas que rebotaron en la dura piel del felino. Hércules toma un garrote de olivos y lo golpea sin causarle daño, lo ataca con su espada pero fracasa. Hércules se retira y observa que la guarida del León es una cueva con dos entradas. Cierra una de ellas y azuza al León a entrar por la otra, acorralado luchan cuerpo a cuerpo. Hércules aprisiona al felino y con sus fuertes brazos lo asfixia. Muerto el León, Hércules no logra desollarlo, su cuchillo no puede cortar la dura piel del León.
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Entonces aparece Pallas Atenea personificando a una anciana bruja, quien le aconseja utilizar las propias garras del León.
Desde entonces, Hércules usó la piel del León como armadura y la cabeza como yelmo.
El segundo trabajo se escogió con sabiduría. Al enterarse de la muerte del León, su hermana la Hidra buscaría venganza.
Hércules debía adelantarse.
Zeus coloca al León en el cielo estrellado, como trofeo por la hazaña de su hijo Hércules.
LA HIDRA Y EL CANGREJO
En el lago Lerna cerca de Argólida en el Peloponeso, vivía la Hidra, una serpiente de mar. Ella, se alimentaba de los pobladores cercanos quienes vivían con miedo.
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Hércules y su sobrino Yolao llegan al lago, se cubren el rostro para protegerse del aliento venenoso de la Hidra. Avanzan en silencio y desde una buena posición Hércules disparó flechas encendidas a la guarida de la Hidra para obligarla a salir, entonces se asoma una cabeza monstruosa y de pronto aparece la Hidra ¡con nueve cabezas!
Hércules lucha con la bestia, de un espadazo corta una de las cabezas pero por sorpresa, del muñón sangrante nacen dos cabezas más, ahora la Hidra era un monstruo de diez cabezas.
A cada corte de cabeza aparecían dos más, haciéndose la Hidra más poderosa.
Entonces, tras un corte, Yolao cubre el cuello sangrante con una manta ardiente cauterizando la herida e impidiendo el brote de las cabezas, parecía que el héroe vencería. Hera, la esposa de Zeus, le pide a Koncrinos, el cangrejo, apoyara a la Hidra.
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Koncrinos se acerca por detrás e intenta distraer a Hércules. Toma una de las piernas del héroe quien se libera. Sabiendo Hércules que no puede enfrentar a ambos, en un rápido movimiento se voltea y de un pisotón acabó con el diligente cangrejo.
Hércules y Yolao continuaron cortando en impidiendo el brote de las cabezas. Al cortar la última cabeza, la Hidra cayó muerta.
Hera, agradecida por el esfuerzo de la Hidra y Koncrinos, les realiza el catasterismo, es decir, los coloca en el cielo formando las constelaciones de Cáncer y la Hidra, ubicada a un costado de su hermano el León.
CON TELESCOPIO
Estas constelaciones son fáciles de encontrar. Vea a Orión, debajo y al norte brillan las estrellas Castor y Pollux de los Gemelos, abajo, débiles estrellas forman el Cangrejo. Después vendrá el León y la Hydra. Lea cómo encontrar a Orión y los Gemelos en nuestro artículo del 12 de enero ¡A Estrenar el Telescopio!
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En el centro del Cangrejo brilla el cúmulo M44, del Pesebre o Beehive (La colmena). Se observa a simple vista como una agrupación de estrellas tenues, aunque desde la ciudad necesitará al menos de binoculares.
El cúmulo es conocido desde la antigüedad, fue mencionado por el escritor griego Aratus (310-240) a.C. en su Phaenomena, con el nombre de La Pequeña Neblina. Hiparco de Nicea (190ca-120ca) a.C. la describió como La Pequeña Nube, y Claudio Ptolomeo (100-170) d.C. la incluyó en el Almagesto como uno de los siete cúmulos existentes, de los cuales solo cuatro son reales. Johann Bayer (1572-1625) la cataloga como Nublium. En 1610, el año del nacimiento de la Astronomía Moderna, Galileo Galilei (1564-1642) lo observa por primera vez con telescopio y distingue a las estrellas que lo componen, dejando de ser una ‘nubosidad’. Galileo escribió sobre M44: ‘La nebulosa (sic) llamada Praesepe (Pesebre) no es una única estrella, sino una masa de más de 40 pequeñas estrellas’. Hoy conocemos que en el cúmulo existen más de mil estrellas.
M44 tiene 730 millones de años de edad y se ubica a 577 años luz de nosotros. Nació de la misma nebulosa que originó al cúmulo de las Hyades, ubicado cerca de la estrella roja Aldebarán del Toro, por lo que ambos son cúmulos hermanos.
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Abajo, brilla una forma de estrellas fácil de reconocer, el León. Al frente brilla la estrella Regulus, a 77.5 años luz de nosotros, 3 veces el tamaño del Sol, con el brillo de 288 soles. Es una estrella ovalada debido a su rápida rotación, da una vuelta en 15.9 horas, en comparación, el Sol, de menor tamaño lo hace en 25 días. En la cola de Leo está la estrella Denébola, a 36 años luz, 1.7 más grande que el Sol y brilla como 15 soles.
En el León observará con telescopio varias galaxias, como M65 y M66, a 36 millones de años luz de distancia. Junto a la galaxia NGC 3628 forman El Triplete de Leo. Cerca están otras tres galaxias: M95 espiral barrada, M96 espiral y M105, a una distancia promedio de 36.5 millones de años luz. Para esta observación necesitará un lugar obscuro y un poco de paciencia.
Aproveche las claras noches de invierno para cazar al felino estelar. Observe al menos con binoculares, hasta tres cúmulos estelares, el Pesebre en Cáncer y las Pléyades y las Hyades en el Toro. Con 10 minutos observando el cielo nocturno, desde su casa con la luz apagada y contando al menos con binoculares, los encuentra a los tres ¡anímese a observarlos!
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