¿El cerebro de la mujer cambia durante el embarazo?, esto dice la ciencia

Comprender qué es lo que sucede en la mente de las mujeres durante esta etapa de su vida, ha sido una de las más grandes incógnitas de muchos de los especialistas en neurociencias y salud mental

Mary Carmen M. Ávila / El Sol de Puebla

  · viernes 20 de septiembre de 2024

El cerebro y los cambios durante el embarazo. Fotos: Freepik @drobotdean / @kjpargeter

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer llega a experimentar muchos cambios físicos, pero a su vez, también emocionales, lo que significa que, el tener un hijo también modifica la estructura del cerebro, según un estudio publicado en Nature Neuroscience, lo que podría tener relación con el vínculo que se genera entre la madre y su bebé.

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Y es que, comprender qué es lo que sucede en la mente de las mujeres durante esta etapa de su vida, ha sido una de las más grandes incógnitas de muchos de los especialistas en neurociencias y salud mental. De hecho, la gestación es un proceso que afecta profundamente el cuerpo de la mujer, con cambios físicos que son muy conocidos, pero, hasta ahora, los cambios a nivel cerebral no han sido bien comprendidos.

Las principales causas de muerte durante el primer año tras dar a luz en las mujeres son las enfermedades mentales, el suicidio y las sobredosis de drogas. Foto: Ilustrativa Pexels

Este estudio es pionero porque muestra cómo el cerebro cambia semana a semana, desde antes del embarazo hasta dos años después del parto”, señaló Emily Jacobs, de la UC Santa Barbara (Estados Unidos) y una de las autoras del estudio, quien además detalló que “aunque se sabe que las hormonas sexuales influyen en el cerebro, la mayoría de los estudios previos se han basado en animales o imágenes cerebrales de un solo momento en el tiempo, lo que no muestra cómo el cerebro cambia constantemente”.

De esta manera, los hallazgos de esta investigación podrían representar uno de los primeros mapas detallados de los cambios neuroanatómicos que se producen antes, durante y después del embarazo, además de ofrecer una nueva comprensión sobre cómo el cerebro de las futuras mamás se adapta a la transición hacia la maternidad.

El inesperado cambio en el cerebro de la mujer durante el embarazo

Fue un grupo de investigadoras del Hospital Gregorio Marañón de Madrid los que realizaron este estudio, recogido en la revista Nature Neuroscience, en el que se descubrió que el cerebro de la mujer experimenta cambios anatómicos desde el momento mismo del embarazo, y vuelve a tenerlos tras dar a luz, lo que podría ayudar a prevenir y tratar patologías como la depresión post parta, que afecta a una de cada cinco mujeres.

Los datos obtenidos, fueron fruto de la comparación del cerebro de 110 mujeres en el tercer trimestre de su primer embarazo, con el de mujeres que nunca habían estado embarazadas, comprobando que el cerebro de las primeras ya era anatómicamente muy diferente al de una fémina no embarazada antes de que naciera el bebé.

Diversos estudios han encontrado la relación que existe entre la poca actividad de la glándula tiroides y las afectaciones que puede haber en los procesos reproductivos de las mujeres. Foto: Ilustrativa Pxhere

En este sentido, se descubrió que en casi el 80 por ciento de las regiones del cerebro, el volumen del tejido que controla el movimiento, las emociones y la memoria, disminuyó un 4 por ciento, aproximadamente.

Estos cambios en la reducción del volumen, afectan en una red cerebral implicada en la percepción del ‘yo’ y de la ‘cognición social’, un proceso conocido en neurociencia como la ‘red neuronal por defecto’, que se trata de un sistema de regiones cerebrales que se activa cuando la mente está en reposo y se desactiva al ejecutar tareas que requieren atención. Esto podría significar un aumento en la atención selectiva, atención dirigida y en la memoria a corto y largo plazo.

Por otra parte, la investigación también determinó que, cuanto más cambiaba el cerebro anatómicamente, mejor era el vínculo entre la madre y el hijo.

Los cambios también son parte del postparto

Como bien se dijo al inicio de la nota, los cambios descubiertos en este estudio no solo demuestran que se presentan en el embarazo, sino también al inicio y después, incluso se ha demostrado que estos llegan a persistir al menos hasta los seis años después del parto, y son anatómicamente similares a los que ocurren durante la adolescencia.

Los ftalatos y tres sustancias químicas similares podrían ser los responsables del cinco al 10 por ciento de todos los nacimientos prematuros en 2018 dentro de los Estados Unidos. Foto: Ilustrativa Pexels

Estos resultados se obtuvieron, luego de que las científicas Susana Carmona, María Paternina-Die y Magdalena Martínez, del área de investigación Neuromaternal del Hospital Gregorio Marañón volvieran a evaluar a las 110 participantes un mes después del parto, lo que llevó a descubrir que, a medida que avanzaba el posparto, algunos de los cambios cerebrales producidos por la gestación se revierten mientras que otros no.

En este sentido, se determinó que, los cambios que afectan a las redes cerebrales encargadas de la atención tienden a volver al estado previo al embarazo tras el parto, pero los que afectan a la ‘red neuronal por defecto’ no, esos parecen persistir. De esta manera, es muy posible que el primer embarazo llegue a modificar de por vida las regiones cerebrales implicadas en la percepción del ‘yo’.

El tipo de parto, también influye en los cambios cerebrales

Otro de los cambios observados en el estudio, es que también van a influir algunas variantes como el tipo de parto que tengan las mujeres, pues según la investigación, un 79 por ciento de las mujeres embarazadas dieron a luz por parto vaginal, un 11 por ciento mediante cesárea de emergencia y un 10 por ciento mediante cesárea programada.

En el análisis se observó que los cambios que se presentan en el tercer trimestre de embarazo y el primer mes de posparto son diferentes en función del tipo de parto, ya que, aquellas que fueron programadas para una cesárea mostraron unos cambios cerebrales diferentes al de aquellas que tuvieron un parto vaginal o una cesárea de emergencia tras el trabajo de parto.

Sabía que había nacido con dos úteros y dos cuellos uterinos desde el 2008. Foto: Pixabay

Es así como, independientemente de si fue cesárea o parto vaginal, se determinó que el trabajo de parto influye en la neuroplasticidad materna, aunque está por determinar el alcance de estos cambios.

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Y es que, en el aspecto neuropsicológico también comprobó que cuanta más ansiedad sufrió la madre durante el embarazo, peor fue la experiencia de parto, lo que conlleva a un mayor estrés durante el posparto, y que este, a su vez, está relacionado con más síntomas de depresión y un peor vínculo con el bebé.