Una nueva investigación, sugiere que el cambio climático podría estar llegando para algunas especies de tiburón, pues los efectos combinados del calentamiento y la acidificación de los océanos podrían provocar una disminución catastrófica de la supervivencia de embriones de estos mamíferos para el año 2100.
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¿Qué dice el estudio sobre los tiburones y sus crías por cambio climático?
La investigación fue dirigida por científicos del Laboratorio de Biología de Organismos y Ecosistemas Acuáticos (BOREA, por sus siglas en inglés) en Francia y publicada a principios de abril en la revista Marine Environmental Research, además de que se presentaron sus hallazgos el pasado 3 de julio en la conferencia anual de la Sociedad de Biología Experimental.
En ella se descubrió que los huevos que pertenecen al tiburón gato de pequeñas manchas, también conocido confusamente como mielga de arena o mielga, tienen muchas menos probabilidades de sobrevivir en el peor escenario climático para el año 2100. Los hallazgos aún indican que estos tiburones pueden seguir prosperando en condiciones climáticas menos desastrosas.
Y es que, según los científicos, detrás de la nueva investigación, la especie ha mostrado algunos signos de volverse más vulnerable, en una tierra cada más calentada.
Por otra parte, de acuerdo con el estudio, el calentamiento y la acidificación de los océanos son causados por mayores concentraciones de CO2 que se disuelven en los entornos marinos, lo que da lugar a un aumento de las temperaturas del agua y una caída de los niveles de pH.
“El tiburón gato ya está experimentando pérdida de hábitat en las áreas costeras, particularmente durante los meses de verano, cuando la puesta de huevos está en su punto máximo (…) Los embriones de las especies que ponen huevos son especialmente sensibles a las condiciones ambientales”, afirmó Noémie Coulon, estudiante de doctorado en el Laboratoire de Biologie des Organismes et des Écosystèmes Aquatiques, Francia.
Para poder saber cómo les irá a estos tiburones en el futuro, Coulon y su equipo criaron y monitorearon lotes de sus huevos de menos de tres diferentes escenarios, que se distinguieron por la temperatura y el pH del agua en la que se mantuvieron.
Cada semana, durante cuatro meses, el equipo revisó estos huevos, crías de esta especie que generalmente eclosionan después de 5 a 11 meses, y posteriormente rastreó cómo les fue a los recién nacidos durante otros seis meses.
El primer escenario fue un control, con los huevos mantenidos aproximadamente bajo las mismas condiciones de temperatura y pH de referencia que en la actualidad (basado en los datos recopilados, entre 1995 y 2014).
En los demás, el equipo cambió el agua para que coincidiera con lo que sucedería bajo dos conjuntos de proyecciones climáticas desarrolladas por las Naciones Unidas conocidas como las vías socioeconómicas compartidas (SSP): SSP2 y SSP5.
En el SSP2, considerado el escenario intermedio, la temperatura global promedio aumentaría alrededor de 4.9 grados Fahrenheit (2.7 grados Celsius), mientras el pH del agua caería en 0.2 para 2100.
En cambio, bajo el SSP5, el escenario más extremo, la temperatura aumentaría en casi 8 grados Fahrenheit (4.4 grados Celsius) y el pH del agua bajaría en 0.4.
En el peor de los casos, solo el 11 por ciento de los huevos de tiburón con manchas pequeñas eclosionaron, en comparación con la tasa de supervivencia observada del 81 y el 83 por ciento, bajo la condición de control y SSP2, respectivamente.
Los embriones dentro de estos huevos consumieron menos yema, crecieron a un ritmo más lento y fueron capaces de formar con éxito sus branquias internas. No hubo diferencia en la capacidad de supervivencia entre los grupos, una vez que los tiburones eclosionaron de sus huevos, lo que probablemente se debió a la caída de la temperatura del agua a medida que avanzaba el año, dicen los autores.
Las conclusiones del estudio
A pesar de que este es estudio de un solo equipo, la realidad es que se necesitan más investigaciones para verificar sus hallazgos; no obstante, si las proyecciones del equipo dan frutos, un mundo SSP5 sin duda podría ser catastrófico para estos peces y otros como ellos, incluidos los peces raya, primos cercanos de los tiburones.
Asimismo, esta investigación ofrece tanto una seria advertencia como un faro de esperanza para las especies marinas: "En primer lugar, sirve como advertencia sobre las respuestas de otras especies que pueden ser incluso más sensibles al cambio ambiental", explicó Coulon.
De igual manera, dicho estudio, también ha sido el primero en demostrar que la variación mensual de la temperatura desempeña un papel destacado en la mortalidad de embriones de tiburón.