Científicos de la Facultad de Ciencias Moleculares de la Universidad Estatal de Arizona, Estados Unidos, realizaron pruebas a meteoritos que serían tan antiguos que muestran huellas de cómo el agua habría llegado hasta nuestro planeta.
Estos meteoritos tendrían una edad aproximada de más de 4 mil millones de daños y serían del mismo tiempo que los llamados planetesimales que son pequeños fragmentos de roca pulidos formados por polvo cósmico primordial.
Dentro del análisis de estas muestras antiguas se encontraron huellas de reacciones químicas que solo pueden ocurrir bajo la presencia de agua, un material que no se creía que estuviera presente.
Al respecto, los científicos señalaron que en las muestras el agua no se encuentra presente específicamente, pero es posible rastrear su presencia y la cantidad que alguna vez tuvieron.
Un ejemplo de esto es lo que ocurre con Marte, en donde el agua junto al hierro genera el óxido de hierro, que es la sustancia que finalmente tiño de rojo toda la superficie del planeta. De esta forma, los átomos de oxígeno se separan de las moléculas de agua y se unen a otros elementos presentes.
Tanto la Tierra como el resto de los planetas en el sistema solar son el producto de una gran cantidad indefinida de los pequeños planetesimales, por lo que este habría sido el método en el que el agua terminó por caer en nuestro mundo.
“La diferencia entre lo que medimos en los meteoritos del interior del sistema solar y lo que esperábamos implica una actividad de oxígeno unas 10 mil veces mayor”, explicó Paul Asimow, geólogo y geoquímico del Instituto de Tecnología de California en un comunicado.
Los investigadores añadieron que solo se esperaba encontrar materiales como hierro, níquel y cobalto, pero el estudio solo demostró la falta de hierro debido a la presencia del oxígeno que en su momento formaba parte del agua.
Con estas conclusiones, los investigadores sostienen que, si el hidrógeno y oxígeno del agua estaban presentes en los planetesimales, otros elementos habrían estado ahí desde el principio como el carbono y el nitrógeno, también fundamentales para la vida.
Los meteoritos utilizados en el estudio
Estas muestras utilizadas para el estudio son meteoritos de hierro, que son los restos de los núcleos metálicos de los primeros planetesimales de nuestro sistema solar y que orbitaron alrededor de nuestro sistema hasta que cayeron en nuestro planeta.
Su estudio es de mucha importancia ya que pueden revelar información sobre los entornos en los que se formaron y cómo los componentes básicos de la Tierra tuvieron su origen lejos de nuestro Sol o si se originaron cerca de nuestra estrella. En caso de que los planetesimales hubieran sido secos, entonces la Tierra habría obtenido el agua con otro método posterior en su evolución.
"Los meteoritos de hierro han sido algo desatendidos por la comunidad de formación de planetas, pero constituyen ricos depósitos de información sobre el período más temprano de la historia del sistema solar, una vez que se descubre cómo leer las señales", comentó Asimow.
“El método sólo detecta el agua que se utilizó para oxidar el hierro. No es sensible al exceso de agua que podría formar el océano. Por lo tanto, las conclusiones de este estudio son consistentes con los modelos de acreción de la Tierra que exigen la adición tardía de aún más material rico en agua", añadió el científico.
Durante el nacimiento del Sol era solo un disco de polvo y gas rocoso. Durante su crecimiento, decenas de millones de años, diminutos fragmentos de polvo se fusionaron como una bola de nieve que se hacía cada vez más grande y que se convirtieron en los planetesimales de tamaño kilométrico con lo que serían los componentes básicos de la Tierra.