Artículo No. 1186
En las noches de agosto, brilla al sureste, arriba en el cielo, el planeta Júpiter. Con telescopio verá 4 de sus 79 lunas. Abajo, sobre el horizonte brilla el más hermoso de los planetas, Saturno.
EL ESCORPIÓN
Próximo a Júpiter, un poco al sur, brilla la estrella gigante roja Antares, de la constelación del Escorpión, es 700 veces más grande que el Sol. Si le es posible, vea toda la constelación con forma de gancho. Con binoculares observará en la cola del Escorpión, los hermosos cúmulos estelares M6 y M7.
En una de tantas versiones de la antigua mitología griega, Orión llegó a la isla de Quíos, en donde se enamoró de la princesa Mérope. Le pidió al rey Enopión la mano de su hija, y él accedió, con la condición de que Orión matara a las bestias que asolaban el reino. Orión cumplió su promesa y al reclamar a Mérope, el rey la negó. Enfurecido Orión, comenzó a matar a todos los animales que encontraba. Los dioses escandalizados, presionaron a Gea, la madre de Orión, para que le detuviere. La rabia de Orión impidió escuchar a su madre, y ella, no tuvo más remedio que enviarle a su hijo un pequeño escorpión, que de un piquete, lo mató. Orión fue colocado en el cielo, y en el lado opuesto, el Escorpión, para asegurarse que nunca más alcance a Orión.
LAS TRES ESTRELLAS
Al noreste, brillarán tres estrellas de tres constelaciones, juntas forman el brillante Triángulo de Verano.
La estrella más brillante es Vega, de la constelación de la Lira. Abajo está Deneb del Cisne, y la más austral, es Altair, del Águila.
Vega se encuentra a 25 años luz de nosotros, lo que significa que su luz salió hace 25 años, viajó en el Universo a la velocidad de la luz (300 mil km/s), y hoy nos llega. Vega es 2 veces más grande que el Sol, con 37 veces su brillo. Deneb está 1 425 años luz, aunque hay otras mediciones. Es 54 mil veces más brillante que el Sol y 200 veces más grande. Altair está a 16 años luz, tiene 10 veces el brillo del Sol y dos veces su tamaño.
La lira es el instrumento musical de Orfeo, quien al tocarla, calmaba a las bestias y alegraba el corazón de los mortales y de los dioses. Orfeo se inspiraba en su bella esposa Eurídice.
Al morir Eurídice, el doliente Orfeo bajó al reino de la muerte, gobernado por Hades (Plutón), para solicitarle la resurrección de Eurídice. Orfeo tocó la lira para Hades y su esposa Perséfone, quienes cautivados, accedieron, con la condición de que Orfeo no viera a Eurídice mientras transitaban hacia la vida. Estando por salir, Orfeo temió un engaño y que su esposa no viniera detrás.
La curiosidad pudo más y Orfeo dio una rápida mirada, para ver a su esposa hundirse en la penumbra, que oculta el reino de los muertos. La travesía de Orfeo nos recuerda que no importa cuanto lo deseemos, no podemos regresar a nadie del reino de la muerte.
La constelación del Cisne representa a Zeus, quien con esta forma sedujo a Leda. Esa noche, Leda también estuvo con su esposo Tindáreo. Llegado el momento Leda puso dos huevos, de uno nació Helena de Troya y Pollux, hijos de Zeus y por lo tanto semidioses; y del otro, nació Clitemnestra y Castor, hijos de Tindáreo. Ellos, Castor y Pollux son los gemelos de la constelación de Gemini, que observaremos en el invierno boreal.
El Águila es también Zeus, quien transfigurado en esta ave, raptó al joven Ganímedes, quien se volvió el escanciador o copero de los dioses.
LAS PERSEIDAS
Del 17 de julio al 24 de agosto, cruzan el cielo los meteoros de la hermosa lluvia de estrellas, las Perseidas. Será del 11 al 14 de agosto, los días de más meteoros a observar, alrededor de 100 cada hora, aunque la Luna cercana ocultará varios. Días antes y después, el número de meteoros es menor. Apague las luces de su patio o jardín y vea al noreste, a partir de la media noche. Las lluvias de meteoros se observan a simple vista, sin binoculares o telescopio.
Las Perseidas tienen su origen en el cometa 19P Swift/Tuttle. Cuando un cometa cruza la órbita de la Tierra alrededor del Sol, deja material regado. Cada año, cuando la Tierra pasa por esa zona, ese material, pequeñas piedrecillas de no más de 2 cm de diámetro, chocan contra nuestro planeta, su alta velocidad hace que se rocen con la atmósfera terrestre, se calientan y estallan, lo que conocemos como estrella fugaz o meteoro.
Aunque las lluvias de meteoros suceden en nuestra atmósfera terrestre, toman el nombre de la constelación de donde parecen venir. Las estrellas de las constelaciones están a miles o millones de años luz a la distancia, no guardan relación con los meteoros, es la perspectiva y nuestra imaginación la que da un sinnúmero de explicaciones.
En las próximas noches vea hermosas estrellas, cúmulos, planetas y la lluvia de estrellas Perseidas. En nuestro siguiente artículo, conoceremos cómo puede observar desde su casa a la galaxia de Andrómeda, mientras esperamos los meteoros de las Perseidas. german@astropuebla.org
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