Las Cuadrántidas, la primera lluvia de meteoros del año

Durante la noche del martes 3 al miércoles 4 de enero, brillarán en el cielo los meteoros de las Cuadrántidas, se esperan de 80 a 120 meteoros por hora

Germán Martínez | El Sol de Puebla

  · miércoles 28 de diciembre de 2022

El Boyero, La Cabellera de Berenice, Los Perros de Caza y la antigua Cuadrans Muralis. Foto: Sydney Hall-Urania's Mirror. 1825

Durante la noche del martes 3 al miércoles 4 de enero, brillarán en el cielo los meteoros de las Cuadrántidas, se esperan de 80 a 120 meteoros por hora.

Cómo observarla

La lluvia de meteoros Cuadrántidas inició el 28 de diciembre y terminará el 12 de enero. Siendo la noche del 3 al 4 de enero de 2023 el mejor momento para observarlas, pues es cuando brillarán más meteoros ¡de 80 a 120 cada hora! Aunque días antes o después aún verá meteoros pero en menor número.

Las Cuadrántidas son famosas por su gran número de meteoros, comparable con las Perseidas de agosto o las Gemínidas de diciembre. Pero es menos mencionada por su pico pequeño de actividad, de apenas unas horas entre el 3 y 4 de enero. Además, muchos meteoros son de brillo débil y difíciles de ver, sin embargo se esperan algunos muy brillantes.


Puede iniciar su observación a las 11 de la noche (hora del centro de México), viendo al noreste. Será a la 1:30 de la madrugada cuando el radiante de las Cuadrántidas emerja sobre el horizonte y a partir de ahí observe hasta el amanecer.

No le será difícil localizar el radiante, se encuentra debajo de la Osa Mayor, las siete estrellas con forma de cazo, cucharón o carretilla. Y nada lejos, está la brillante estrella Arcturus, de la constelación del Boyero. Aunque siempre será mejor salir de la ciudad para evitar la contaminación lumínica, desde la ciudad es posible ver algunos meteoros.

No intente observar de pie, se cansará pronto y perderá sus deseos de observar, coloque colchonetas en el suelo o una silla reclinable con soporte para la cabeza. Tampoco vea las pantallas encendidas de su teléfono o tableta. Sus ojos deben estar adaptados a la obscuridad y esa adaptación se logra tras 20 minutos en la obscuridad, pero se pierde en un segundo si observa una pantalla o una luminaria. Existen apps que enrojecen y obscurecen las pantallas de su teléfono. Las apps astronómicas tienen la misma opción, así no lo deslumbrará su pantalla.

Los meteoros

Lo que vemos en una lluvia de meteoros o lluvia de estrellas, es la luz del estallido de un bólido al entrar en la atmósfera terrestre. A esa luz le llamamos meteoro, no meteorito, ya que por definición, un meteorito es un bólido que sobrevive a su entrada a la atmósfera y cae al suelo, si no cae al suelo, no es meteorito.

Funciona así, sobre el camino que sigue la Tierra alrededor del Sol, se encuentran piedritas llamadas meteoroides, estas piedritas son de unos 2 centímetros de diámetro. Cuando la Tierra pasa por esa zona una vez al año, esas piedritas chocan contra la Tierra, se rozan con las capas superiores de la atmósfera, aumenta su temperatura y estallan, a unos 100 km de altura. Nosotros solo vemos la luz del estallido, nunca a la piedrita. Las Cuádrantidas entran en la atmósfera terrestre a 41 km/s.


La Osa Mayor y una cuadrántida (no real). | Gráfico: BreakdownDiode/Germán Martínez Gordillo

Por cierto, cuando la piedrita está en el espacio lleva el nombre de meteoroide, pero al entrar en la atmósfera terrestre se le llama bólido o aerolito. Sabemos que los meteoroides se encuentran en la órbita de la Tierra, porque es material desprendido de un cometa o asteroide que pasó por ahí. Los cometas son rocas de hielo con gases atrapados en su interior. Al avanzar hacia las cercanías del Sol, el aumento de la temperatura hace que el cometa comience a evaporarse, y los gases al interior se expandan y rompan la superficie del hielo, expulsando vapor, gas y piedritas al espacio. Esas piedritas son las que ocasionarán las lluvias de meteoros.

Cada lluvia de meteoros tiene un cometa progenitor, por ejemplo, para las Perseidas es el cometa Swift-Tutle, para las Leonidas el Tempel-Tuttle, pero en el caso de las Cuadrántidas, el objeto progenitor no es un cometa, sino un asteroide, el 2003 EH1, el cual está asociado al cometa C/1490 C1. Algo que también se ha visto con las Gemínidas, el objeto progenitor es el asteroide 3200 Phaeton.


Será en 2024 cuando se envíe un dispositivo a la Luna que permitirá perforar rocas y así extraer agua en caso de encontrarla. Foto: PxHere

La constelación

Cuando observamos una lluvia de meteoros o lluvia de estrellas, los meteoros parecen partir de un punto en el cielo, ese punto recibe el nombre de radiante. Y dependiendo en qué constelación se encuentre el radiante, la lluvia de meteoros recibirá el nombre de esa constelación. Por ejemplo, para las Gemínidas, el radiante está en la constelación de Gemini (Los Gemelos), para las Leonidas en Leo (El León) y para las Perseidas en Perseo, en el caso de las Cuadrántidas, su nombre proviene de una antigua constelación ya inexistente, Cuadrans Muralis o el Mural Cuadrante.

Esta constelación fue creada en 1795 por el astrónomo Jerome Lalande, quien junto a su sobrino Michael Lefrançois de Lalande, trazaron varias constelaciones, haciendo uso de un cuadrante, al que llamaron Mural.

En la reforma de las constelaciones de la década del 20 del siglo pasado, los astrónomos eliminaron muchas constelaciones, quedando al final 88. Sin embargo, aunque Cuadrans Muralis desapareció, el nombre de la lluvia de meteoros asociada a ella, se mantuvo. Las estrellas de Cuadrans Muralis ahora forman parte de las constelaciones vecinas, el Boyero y la Osa Mayor.

Por cierto, las estrellas de las constelaciones y los meteoros no tienen relación alguna, salvo la perspectiva del observador. Las estrellas están a años luz de distancia, mientras que los meteoros explotan y brillan a 100 kilómetros de altura, en la atmósfera terrestre.

La Luna

El 2 de enero de 2023, la Luna estará en conjunción con el cúmulo estelar de las Pléyades, y a la siguiente noche, la del 3 de enero, la Luna y Marte estarán en conjunción. Es una buena oportunidad para localizar estos objetos, y días después cuando la Luna haya avanzado, podrá observarlos mejor con binoculares o telescopio.

La Luna y Marte se encontrarán casi en la parte más alta del cielo, además, la Luna va para Luna Llena, el 6 de enero. Esto significa que el brillo de la Luna podría interferir con algunos meteoros. Si decide observar, procure no ver a la Luna concentrarse al noreste.

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