El Sistema Solar y todos sus integrantes, incluido nuestro planeta, realizan una serie de fenómenos cíclicos que dan origen a las estaciones del año, el día y la noche, además de modificar las temperaturas de la superficie, tal es el caso de el afelio y el perihelio, mismos que experimentaremos este jueves 6 de julio como se han dado en otras ocasiones.
De acuerdo con la revista National Geographic, el primero de estos fenómenos durante este 2023 se dio este 6 de julio a las 14 horas tiempo de la Ciudad de México, mientras que el segundo tuvo lugar el pasado 4 de enero a las 10 de la maña, al igual que sucede año con año y no sólo en la Tierra, sino en todos los planetas del sistema solar, pero, ¿en qué consisten estos fenómenos?
¿Cuál es la diferencia entre el afelio y el perihelio?
Según ha compartido el astrónomo Germán Martínez Gordillo en repetidas ocasiones a esta casa editorial, estos fenómenos se dan dependiendo de la distancia a la que se encuentre la Tierra con respecto al Sol, esto partiendo del hecho de que nuestro planeta tarda 365 días en darle una vuelta completa al Astro Rey, recorrido que no se da en una circunferencia, sino en una elipse.
Esta ligera deformación en el círculo que recorre nuestro planeta alrededor de la estrella más grande del Sistema Solar ocasiona que se alcancen un punto más cercano y otro más alejado; es cuando la Tierra se ubica en el punto más alejado, 152,096,566 km, que se trata de su afelio, el cual también genera que se dé el movimiento más lento de todo el año de nuestro cuerpo celeste.
Por su parte cuando el planeta toca el punto más cercano al Sol, es decir a 147,097,233 de km, recibe el nombre de perihelio, fenómenos que se han presentado desde hace 4 mil 500 millones de años de existencia de nuestro planeta y sus nombres provienen del griego απο (apo) = lejos, ηλιοσ (helios) = Sol y περι (peri) = alrededor de.
¿Cómo afectan el afelio y el perihelio a las temperaturas?
Pero este par de fenómenos ha despertado una pregunta de los curiosos que ya tiene una respuesta de la ciencia, en torno al efecto que pueden tener estos en la temperatura, pues mientras en enero nos encontramos más cerca tenemos un clima más frío, mientras que en el verano que es cuando estamos más lejos los termómetros se encuentran más elevados.
De acuerdo con Martínez Gordillo esto es simplemente una percepción geográfica, pues ni el afelio, ni el perihelio tienen una repercusión en las temperaturas, sino en la forma en la que caen los rayos solares en nuestro planeta debido a la inclinación que adopta, pues la diferencia de 5 millones de kilómetros entre el afelio y el perihelio no es suficiente para alterar el termómetro.
Cabe puntualizar que la Tierra está inclinada 23.5° por lo que el ecuador no coincide con el plano de las órbitas de los planetas, lo que a su vez ocasiona que, al estar inclinado, en el hemisferio norte, en verano, los rayos del Sol caigan de manera perpendicular, calentando más, mientras que en el hemisferio sur cae de manera oblicua, calentando menos, para seis meses después invertirse.
Finalmente, la ciencia ha demostrado que cuando los rayos caen de manera perpendicular, calientan más la superficie y por consiguiente generan más calor, mientras que, al caer de manera oblicua o inclinada, la misma cantidad de energía debe calentar áreas con una mayor superficie, lo que implica una menor cantidad de calor.