La ciencia parece haber trascendido fronteras, esta vez luego de que un grupo de científicos de Estados Unidos creara sus primeros robots vivientes a partir de células vivas de embriones de rana.
De acuerdo con esta investigación realizada en las universidades de Vermont, Tufts y el instituto Wyss de Ingeniería de Inspiración Biológica de la Universidad de Harvard, los xenobots son capaces de autoreproducirse.
Los investigadores afirmaron que esta esta una forma completamente nueva de reproducción biológica, diferente a las de organismos animales o vegetales, lo que podría ampliar el panorama de las formas en que la vida puede reproducirse.
Los también llamados biorrobots son capaces de encontrar células individuales, reunirlas en su “boca” y al paso de unos días obtener nuevos xenobots idénticos, que tras ser liberados puede repetir el mismo proceso.
El autor principal de este estudio es el científico Sam Kriegman, quien explicó que en un primer momento se crearon xenobots padres con forma del tradicional juego Pac-Man, los cuales generaron hijos, mismos que más tarde generaron nietos, que a su vez generaron bisnietos, que posteriormente generaron tataranietos.
Cabe destacar que, hasta el momento, esto ha sido posible mediante genomas de rana completos e inalterados, pero aún no hay indicios de que las células puedan trabajar para reunir células separadas y convertirla en copias funcionales.
Los científicos señalaron que, si bien a algunos les puede generar preocupación o terror, comentaron que la replicación cinemática ya es conocida a nivel de moléculas, por lo que no debería ser vista como una amenaza.
Los científicos señalaron que lo que sí debería ser tomado como un riesgo es la próxima pandemia, pues el acelerado daño al ecosistema por la contaminación ha intensificado las amenazas del cambio climático.
Finalmente, los investigadores señalaron que los robots capaces de reproducirse o xenobots servirán para estudiar sistemas autorreplicantes, pues imperan las condiciones para controlar a estos sistemas para dirigirlos, apagarlos e incluso exagerarlos.