Un agujero negro que se remonta a más de 13 mil millones de años fue descubierto por el telescopio James Webb, lo que ha puesto en duda a los científicos por lo cercana que se encuentra su formación al origen del universo.
Esto significa una nueva marca para el telescopio, debido a que ya había encontrado un agujero negro de una edad cercana al Big Bang en el pasado mes de noviembre. Este nuevo descubrimiento es 40 millones de años más antiguo al registro previo.
Aunque se hable de los tiempos cercanos a cuando una explosión provocó que el universo comenzara en el origen de todo, este agujero negro se habría conformado 430 millones de años después del Big Bang.
Pese a la distancia de años, su aparición generó nuevas dudas en los científicos debido a que, cuando el universo se encontraba apenas en su comienzo, este agujero negro ya devoraba a su galaxia natal.
La investigación presentada este 17 de enero en la revista Nature detalla que este agujero cuenta con unos millones de veces la masa del Sol de nuestro sistema solar. Al respecto, tendría que haber tardado unos mil millones de años en crecer hasta su actual tamaño.
Sin embargo, a causa de su edad, tuvo que lograr un crecimiento exponencial no visto en menos de 400 millones de años, de forma que es otro considerado por la ciencia como muy grande para su tiempo en el universo.
¿Qué otros datos se conocen de este agujero negro?
Dentro de la investigación se explicó que este fenómeno en el universo parece consumir el gas de su galaxia a una velocidad mayor a otros agujeros negros. Esto generó un nuevo efecto, debido a que estaría matando tan rápido a su galaxia que habría creado una especie de “viento” de gas ultrarrápido que impide que otras estrellas puedan formarse.
Esto también plantearía un cambio para lo que se conoce sobre el origen del universo y la formación de los agujeros negros, debido a que el material que absorbió en su crecimiento era diferente al que contenía el universo tiempo después.
Se explicó que, los primeros agujeros habrían consumido material cinco veces más rápido a lo que los científicos creían. De esta forma, los primeros nacieron más grandes que otras formaciones actuales y esto genera la pregunta para la ciencia de cómo fue capaz el universo de generar algo tan masivo.
Los agujeros negros se generan después de que las estrellas mueren y colapsan como un objeto ultradenso con una gravedad que es tan poderosa que ni siquiera la luz puede escapar de esta gran fuerza de atracción.
Su crecimiento se determina por la cantidad de material que se encuentra en la galaxia circundante. Como al inicio del universo las galaxias se encontraban conformadas principalmente de gas, esto permitió a los agujeros negros como el actualmente descubierto a tener una gran cantidad de tamaño.
Los científicos esperan que el telescopio James Webb sea capaz de encontrar agujeros negros todavía más antiguos y que sigan generando dudas sobre el origen del universo y su crecimiento.