Si bien estamos acostumbrados a tomar como referencias las 24 horas que supuestamente dura el día, lo cierto es que la NASA afirma que este hecho no es del todo correcto, ya que el tiempo que tarda la tierra en girar sobre su propio eje no es un número exacto.
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Varios científicos se han dedicado a analizar como es que el tiempo pasa fuera del planeta tierra, ya que este se rige por los fenómenos astronómicos que ofrecen los astros que se encuentran en el mismo sistema solar.
¿Cuántas horas dura un día?
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en ingles) informa que una jornada diaria cuenta realmente con 23 horas y 56 minutos, aunque esto puede variar, ya que las condiciones en el espacio no son realmente perfectas para que los minutos puedan ser precisos en cada vuelta.
“En la Tierra, un día solar dura unas 24 horas. Sin embargo, la órbita de la Tierra es elíptica, es decir, no forma un círculo perfecto. Así, algunos días terrestres son unos minutos más largos que las típicas 24 horas, y otros son algo más cortos”, afirma la NASA
El planeta tiene la capacidad de contar con días y noches gracias a la rotación que realiza sobre si mismo, esto gracias a un eje que consiste en una línea imaginaria que va de cada lado de los polos geográficos. El giro lo da a una velocidad aproximada de 1.700 kilómetros por hora, sin embargo, no es perceptible ya que los seres humanos nos movemos de igual forma.
¿Qué influye en la rotación de la tierra?
El científico Norman Murray en su estudio “Por qué el día dura 24 horas: la historia de la marea térmica atmosférica, la composición y la temperatura media de la Tierra” explica que para que el tiempo pase no solo se encuentra involucrada la rotación, si no que los astros también tienen injerencia directa.
El experto descubrió que la gravedad que produce el sol crea un tipo de protuberancias atmosféricas y que estas en lugar de hacer más lento el paso de la tierra y la luna lo acelera, creando así alteraciones en las horas, minutos y segundos en el pasar de los días que viven los seres humanos.
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"Hace unos 2.000 millones de años, las protuberancias atmosféricas eran más grandes porque la atmósfera era más cálida y porque su resonancia natural, es decir, la frecuencia con la que las ondas se mueven a través de ella, coincidía con la duración del día", explican sobre como se han llevado a cabo estas alteraciones con el pasar de los años.
