Y si la bomba nuclear hubiera caído en Puebla, ¿qué destruiría?

Astro Puebla habla sobre ¿cuál es el poder de destrucción de las bombas nucleares?

Germán Martínez Gordillo | Sociedad Astronómica de Puebla Germán Martínez Hidalgo A.C.

  · miércoles 19 de agosto de 2020

Foto: Gráfico: Nukemap

Artículo No. 1236

“La única forma de ganar una guerra nuclear, es asegurar que nunca comenzará”: Omar Bradley, General estadounidense.

Hace 65 millones de años, un meteorito acabó con los dinosaurios, lo que permitió la evolución de los mamíferos y el surgimiento de un simio con la capacidad de comprender los secretos del universo. A la par del aumento de sabiduría creció la capacidad de destrucción. Hoy no es necesario un meteorito, nosotros podemos aniquilarnos.

Aquel meteorito cayó cerca de Chixulub en la Península de Yucatán, México. Medía 10 km y dejó un cráter de 180 km de diámetro y 20 km de profundidad. Levantó tanto polvo que cubrió a toda la Tierra. Pronto murieron las plantas y luego los dinosaurios sobrevivientes a la colisión. A este evento se le llama “Invierno Nuclear”, ya que detonar todas las armas nucleares existentes crearían un escenario similar. La destrucción sería global, no solo entre los beligerantes.

Para 1986 existían 70 300 bombas nucleares: atómicas y termonucleares, estas últimas son la de hidrógeno y son más poderosas que las primeras, los tratados de desarme redujeron el arsenal nuclear a 13 940 bombas. Hoy, Estados Unidos tiene 6 185 de las cuales 1 750 están desplegadas, listas para entrar en acción. Rusia posee 6 490 con 1 572 desplegadas. Reino Unido: 215 con 120 desplegadas. Francia 290 con 280 desplegadas, China tiene 320 y se desconoce si desplegadas, al igual la India, tiene 150 y no se sabe si desplegadas. Pakistán tiene 160 y 0 desplegadas, Corea del Norte 40 y 0 e Israel 90 y 0 desplegadas y pronto podría sumarse Irán. El 91 % del arsenal nuclear está en poder de Estados Unidos y Rusia, dos naciones que no encuentran la paz.

En agosto de 1945, hace 75 años, el mundo conoció el poder de la energía nuclear cuando estallaron dos bombas sobre Hiroshima y Nagasaki en Japón.

En Hiroshima explotó la Little Boy de 15 kilotones y en Nagasaki la Fat Man de 20 kilotones. Las bombas estallaron a 600 metros de altura para causar el mayor daño, ya que detonarlas a ras del suelo, los edificios, montes y montañas contendrían la explosión. Desde entonces se han probado unas 2 mil bombas atómicas y termonucleares.

La energía liberada en una explosión se mide en toneladas de TNT (trinitrotolueno). Un kilotón son mil toneladas de TNT, mientras que un megaton son mil kilotones o un millón de toneladas de TNT.

La bomba termonuclear más poderosa detonada es la Tsar Bomb de 50 megatones y existe una de 100 megatones jamás probada, ambas en poder de Rusia.

El meteorito de Chixulub liberó una energía equivalente a 190 millones de megatones, unas 10 mil millones de veces más potente que las bombas de Hiroshima y Nagasaki.

Para nosotros, es imposible imaginar la diferencia destructiva entre kilotones y megatones, por eso, para conocer el poder de destrucción nuclear, el sitio nuclearsecrecy.com/nukemap nos permite simular la detonación de un arma nuclear sobre la ciudad que seleccionemos, dibujando las áreas de destrucción y daños, así como calculando un número estimado de fallecidos y heridos.

El ejercicio no es una apología a la destrucción, sino una ayuda para comprender el nivel de locura que ha alcanzado la humanidad.

LA DETONACIÓN

Detonemos, de forma simulada y virtual, una Little Boy y una Tsar Bomb de 100 megatones en el centro de algunas ciudades de México. Así podremos conocer la potencia destructiva de los artefactos nucleares.

La Litle Boy ocasionaría una bola de fuego de 360 metros de diámetro, habría destrucción hasta los 680 metros. La radiación se extendería a 3.8 km. A 9 kma aún habría daños.

La Tsar Bomb de 100 megatones crearía una bola de fuego de 12.2 km de diámetro, ninguna ciudad se salvaría. La radiación llegaría a 147.4 km y habría daños hasta 183 km.

En Ciudad de México, la Little Boy dejaría 102 680 muertes de inmediato y 332 250 heridos. La Tsar Bomb abarcaría desde Calpulalpan, Tlaxcala hasta Cuernavaca y Toluca, habría 11 050 920 muertos y 9 246 200 heridos.

La detonación de Little Boy y Tsar Bomb de 100 mt sobre Ciudad de México | Gráfico: Nukemap

En Monterrey la Little Boy ocasionaría 78 800 muertes y 192 440 heridos. La Tsar Bomb borraría la ciudad, dejando 2 675 540 muertos y 1 478 440 heridos.

La detonación de Little Boy y Tsar Bomb de 100 mt sobre Monterrey | Gráfico: Nukemap

En Guadalajara la Little Boy dejaría 80 890 muertos y 264 100 heridos. La Tsar Bomb mataría a 3 360 540 personas y habría 1 364 630 heridos.

La detonación de Little Boy y Tsar Bomb de 100 mt sobre Guadalajara | Gráfico: Nukemap

En Puebla la Little Boy mataría 116 480 personas y habría 301 820 heridos. La Tsar Bomb abarcaría desde Izúcar de Matamoros hasta Libres. Habría 2 277 250 muertos y 2 436 280 heridos.

La detonación de Little Boy y Tsar Bomb de 100 mt sobre Puebla | Gráfico: Nukemap

A estos números se deben sumar los de las personas fallecidas después, a causa de las heridas y la radiación.

Hay quienes consideran que el arsenal nuclear en lugar de traer guerra trae paz, ya que obliga a desarrollar la diplomacia en lugar de la confrontación. Cuestión de opiniones.

Aunque se practique la diplomacia, no debemos olvidar el riesgo de la colisión de un meteorito. El último peligroso sucedió sobre Chelyabinsk, Rusia en 2013, cuando un meteorito de 17 metros, explotó con la potencia de 20 a 30 bombas como la de Hiroshima. Hubo 2 mil heridos por las ventanas rotas y nada más. El porqué no destruyó como 30 bombas de Hiroshima se debe a que el meteorito explotó a 20 km de altura y la Little Boy lo hizo a 600 metros. Los habitantes de Chelyabinsk corrieron con mucha suerte ese día.

La energía nuclear es muy importante, el uso militar ha ocultado otras aplicaciones. Su uso pacífico podría traer estabilidad en la Tierra, energía ilimitada, podría ayudarnos a desviar o destruir asteroides o cometas amenazantes o impulsar naves espaciales. Depende de nosotros el uso que le demos. german@astropuebla.org