Dentro de las bebidas alcohólicas producidas en México, el mezcal es una de las más populares, una que se elabora a partir de la savia hervida y fermentada de las plantas de agave, además de ser conocida por el gusano de maguey que siempre acompaña a las botellas.
El gusano de maguey o gusano de tequila comenzó a añadirse dentro de las botellas entre las décadas de 1940 y 1950 de manera comercial, aunque es una práctica que se realizaba desde mucho antes y que ayudó a que la bebida se popularizara.
De hecho, en países como Estados Unidos y varios de Asia y Europa es el detalle por el que más se distingue al mezcal y por lo que muchos compran esta botella. Pero, ¿cuál es el origen de este insecto?, pues unos científicos se encargaron de revelar el secreto.
El gusano de maguey y su origen
Akito Kawahara, curador del Centro McGuire para Lepidópteros y Biodiversidad del Museo de Florida, parte de la Universidad de Florida, lideró a un grupo de científicos que fueron en busca de identificar qué clase de gusano era el que puede encontrarse en el mezcal.
Aunque se comercializa desde hace décadas, en el mundo de la ciencia no existía un consenso real sobre qué especie de gusano era el de maguey. Además, en otras ocasiones se le ha identificado de todos los tipos posibles, como una posible polilla, mariposa o un tipo de gorgojo.
El equipo entonces decidió viajar a Oaxaca, México en 2022 para precisar la identidad de los gusanos. Para esto, visitaron varias destilerías y adquirieron una gran cantidad de marcas con la intención de tener una diversa cantidad de larvas.
Las condiciones de los insectos no resultaron en un problema debido a que el mezcal es un excelente conservador, detalló el estudio, ya que previene la descomposición de las larvas y su información interna de ADN. En total fueron 18 especímenes de los que se pudieron obtener el material genético.
Previamente, el consenso era que las larvas eran un tipo de mariposa llamada patrón gigante del tequila, una que pone sus huevos en las plantas de agave y sus orugas son de color blanco lechoso y suelen perforar túneles a través de las hojas rígidas del agave.
Pero, el ADN identificado en las muestras resultó ser orugas de las polillas del gusano rojo de agave, que es un tipo de parásito del agave con larvas de color rosado.
De esta forma, los científicos señalaron que los gusanos de agave en realidad son estas orugas que, debido a la cantidad de tiempo que han pasado sumergido en el alcohol terminan por perder el color y quedar con el característico blanco.
Dentro del estudio se explica que los gusanos de maguey en la actualidad son una especie que se considera en riesgo de sobrexplotación. En la actualidad no solo se utilizan en las bebidas alcohólicas, también en la gastronomía al ya ser considerado como un manjar, por lo que en un futuro esto podría traer efectos negativos.
“La adición de larvas a bebidas y alimentos mexicano está impulsada por los beneficios para la salud y por la creencia de que estas larvas contienen propiedades afrodisiacas” detalla el estudio publicado por Peer J Life & Enviroment. “Desafortunadamente, las larvas capturadas en la naturaleza son cada vez menos comunes y los recolectores tienen que viajar más lejos para encontrarlas”.
En sus conclusiones, los científicos señalaron que los recolectores locales posiblemente tengan que cultivar estas orugas o gusano de agave activamente en granjas o encontrar formas de producirlas fuera de sus plantas. Al no cultivarse comercialmente, las orugas del agave rojo para el mezcal solo se encuentran cuando se entierran de manera profunda en el núcleo de su planta anfitriona y recolectar suele matar el agave.