El proceso de parto en gatas es un evento natural pero delicado que requiere ciertos cuidados y atención. La anticipación y preparación son fundamentales para garantizar un entorno seguro con el que se pueda apoyar a la madre, al igual que a sus crías. Por ese motivo, se debe poner atención a todas señales e intervenir solo cuando sea necesario.
En estos casos, la naturaleza sigue su propio curso, lo que quiere decir que esta mascota se encargará de recibir a sus felinos como su instinto se lo dicta, por lo que el papel de su dueño debe estar en la observación cuidadosa de lo que está ocurriendo.
Cuando se realiza la supervisión adecuada se tendrá la oportunidad de detectar cualquier comportamiento que esté fuera de lo normal, pues de este modo se podrá brindar el apoyo que se requiera en un momento oportuno.
Los preparativos para el parto
En cuanto sospeches que tu gata está embarazada tendrás que llevarla con un veterinario para que lo confirme, además, deberá decirte la fecha en la que tendrá a sus crías. De acuerdo con Nature's Variety, deberás dejarla tranquila y nadie podrá manipularla.
Luego tendrás que preparar el espacio en el que será el parto, que debe ser un lugar tranquilo; puede ser una caja con bordes bajos y que esté forrada con toallas limpias o cualquier otro material que le dé comodidad.
Esta nueva cama tendrá que estar en una zona de la casa en la que no haga tanto calor, pero que al mismo tiempo evite el paso del frío. Se explicó que debe colocarse con varios días de antelación, esto tomando en cuenta que el periodo de embarazo de una gata dura entre 63 y 65 días.
Primera fase: Cuando se acerque el momento del parto, la felina estará inquieta, igual se tumbará de lado, comenzará a maullar, tendrá una respiración dificultosa y su abdomen empezará a contraerse. Igual podría intentar hacer del baño en su caja de arena, pero sin tener resultados
Será así como su cuerpo estará listo para dar a luz. Habrá ocasiones en las que tal vez se instale en un lugar distinto al que le preparaste, si es así, los especialistas mencionaron que no debes intentarla moverla.
Segunda fase: Luego de un tiempo nacerán los mininos; cada cachorro podría llegar en intervalos que irán de media hora a 45 minutos, por lo que esta etapa puede durar 2 horas o un día completo. Todo depende de la camada o si es la primera vez que ocurre.
Cada uno de los bebés llegará en un saco amniótico que la madre se encargará de romper, igual, ella los acicalará y cortará el cordón umbilical mientras espera a que todo termine. Algunas señales de alerta son secreciones con sangre o que la gata se esfuerce mucho en sacar a su cría.
Tercera fase: Para esta última etapa vendrá la expulsión de la placenta, que deberá ser una por cada cría, en algunos casos la madre podría comerse alguna. Es importante que las cuentes bien, si una falta tendrás que contactar al veterinario. No debes tocar a los cachorros.
¿Cuándo intervenir o buscar apoyo de un profesional?
- Algunas señales que podrían indicarte que las cosas no van bien durante este proceso son las siguientes:
- El parto no inicia al final previsto de la gestación.
- No se produce la expulsión del feto tras más de 30 minutos de fuertes contracciones.
- El intervalo entre la expulsión de fetos consecutivos es superior a las 2 o 4 horas.
- Se producen hemorragias durante el parto o se expulsan flujos de color verde negruzco que no van seguidos de la expulsión del feto.
- El gato muestra signos de malestar o incomodidad.