Conforme la llegada de la primavera se acerca, las altas temperaturas cada vez suben más, lo que puede llegar a representar un peligro en las personas, quienes pueden padecer cuadros de deshidratación y otras afectaciones, mismos que se pueden prevenir con una buena hidratación.
A pesar de que lo ideal para no deshidratarse es tomar agua natural, lo más recomendable es tener a la mano un suero, en caso de emergencia, el cual no solo puede servir para hidratar en temporadas de calor, también puede ayudar cuando se tienen alguna enfermedad gastrointestinal, la cual puede causar diarrea y/o vómitos, lo que provoca la pérdida de grandes cantidades de líquido almacenado en el cuerpo.
Si bien, el comprar sueros puede representar un gasto, existe la opción de hacer uno casero, el cual, aparte de que lo puedes preparar con ingredientes que tienes en casa, también ayudará a combatir la deshidratación, porque repondrá el agua y las sales minerales perdidas.
Ingredientes y forma de preparar un suero casero
Antes de darte la receta para hacer suero casero, es importante saber que este se debe tomar en el mismo día de su preparación, pero en pequeños sorbos a lo largo del día, además de que no se debe tomar más de medio vaso de suero de una sola vez y los niños lo podrán hacer por cucharaditas; en caso de personas diabéticas y menores de 5 años, no lo podrán consumir y lo ideal será consultar a un médico.
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Ingredientes:
- Un litro de agua
- Una taza de zumo de limón
- Media cucharada de sal
- Media cucharada de bicarbonato de sodio
- Un par de cucharadas de azúcar
Forma de preparar:
- Poner a hervir el agua en un recipiente.
- Añadir la sal, el bicarbonato de sodio, azúcar y limón.
- Revolver todos los ingredientes y dejar enfriar la mezcla.
- Tomarlo en sorbos y poco a poco; no es necesario ingerirlo todo de un golpe.
Como recomendación, evita las altas temperaturas, ya que estas pueden provocar alteración en las funciones corporales, y los problemas más comunes pueden ser: una insolación, desmayos, golpes de calor, sarpullido o calambres, síntomas que ponen en peligro la vida porque habrá alteraciones por la pérdida de agua y de sales, que son vitales para el funcionamiento de todos los órganos.