Tener un menor en casa involucra una gran responsabilidad, estar atento de su desarrollo, alimentación y en especial de su seguridad. Dentro de la planeación al tener un hijo, el vigilar que el hogar este en condiciones para que un niño no sufra peligro es algo que requiere mucha responsabilidad.
Muchas veces, esto no se toma en cuenta y no se realizan medidas de prevención. Esto provoca los llamados accidentes en el hogar, aquellos que sufren los niños en la casa o en los alrededores. Su atención es importante ya que, en niños significa la tercera parte de causantes de lesiones o fallecimientos.
ACCIDENTES MÁS COMUNES Y SUS CAUSAS
Dentro del hogar, existen muchos espacios, objetos y factores que podrían ser de riesgo para los menores. Debido a su edad, los niños tienen la necesidad de conocer, de explorar como de relacionarse con el ambiente.
Es en estos casos donde se pueden crear los accidentes, ya que, en sus capacidades, tanto físicas como mentales son diferentes, así como su entendimiento de los riesgos. Esta experimentación con el entorno va de la mano con su capacidad de entender algún peligro, pero esto puede llevar a lesiones.
Aunque cada etapa de crecimiento involucra riesgos diferentes, dentro de los accidentes más comunes que se pueden dar en casa se encuentran desde caídas, quemaduras, intoxicaciones y el ahogamiento.
Todos ellos son prevenibles, por lo que se deben tomar todas las adecuaciones para asegurar que los menores se desarrollen en entorno seguro.
¿CÓMO PREVENIRLOS?
Organismos como el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia del Gobierno de México, ha presentado proyectos como los Lineamientos de prevención de accidentes en el hogar. En este, se encuentran diversas recomendaciones para cada situación de riesgo y evitar que se conviertan en un problema de salud grave en los menores.
Comenzando con los diferentes peligros que son prevenibles en casa, las caídas es uno de los principales. Algunos estudios han encontrado que el tipo de vivienda puede influir en el tipo de accidentes que sufren, en especial en las caídas.
Los bebés no deben de ser dejados solos en superficies elevadas, ya sean camas, sillas, mesas, entre otros. Conforme va creciendo, también se recomienda el colocar barandales de protección tanto en azoteas, ventanas y escaleras, si se trata de un hogar de más de un piso.
De acuerdo con el Informe Mundial sobre la prevención de las lesiones en los niños realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2008, explicó que al menos 47 mil menores de 20 años fallecen cada año a causa de una caída grave y 128 niños mueren diariamente por esto.
- Cómo prevenir las quemaduras
Pasando a las quemaduras, muchos solo piensan en la cocina y en que estén alejados de la estufa. Pero, existen otros peligros como las quemaduras por llamas, aquellas que son por líquidos calientes o vapor, las que son generadas en fuentes eléctricas, por inhalación y por productos químicos.
Lo principal es que hasta que no conozca de los riesgos de su uso, el menor no debe interactuar con cerillos, encendedores y, principalmente, con pirotecnia. Aunque, siempre en las fiestas se deja a los niños jugar con ellos, es una práctica que debe descontinuarse por los peligros que conlleva.
Se debe procurar mantenerlo alejado de alimentos calientes, así como de planchas, fuentes de calor como fogones y enchufes. Sustancias como son la parafina o el querosén debe evitarse el almacenarlas en el hogar.
- Prevenir las intoxicaciones
Diversas sustancias pueden significar un riesgo de envenenamiento para un niño, siendo desde medicamentos o químicos como son los productos de limpieza hasta aceites. En su afán de explorar y, dependiendo de la etapa en la que se encuentren, suelen llevarse todos los objetos en la vacuna, implicando un gran riesgo.
De igual forma, estos productos suelen envasarse en botellas de colores vistosos, por lo que el menor puede ingerirlo de manera voluntaria pensando que se trata de algo diferente. Se estima que el 13 por ciento de las intoxicaciones accidentales que se registran en todo el mundo ocurren en niños y adolescentes de los 0 a los 19 años.
Lo esencial es siempre guardar todos los medicamentos como químicos en un lugar alto y bajo llave. En caso de algunos medicamentos, se debe prestar atención en que el tipo de cierre que tengan sea a prueba de niños y no solo uno de seguridad que sí puedan manipular.
En el invierno aumentan las posibilidades de intoxicación por medicamentos contra la tos o la gripe, por lo que se debe prestar atención a la dosis que se le suministra. Si ya se deja al niño consumir solo sus medicamentos procurar que lo haga de manera correcta.
La prevención contra la asfixia también puede entrar en este punto, evitando que el niño se quede solo junto a juguetes, alimentos u objetos que sean muy pequeños. Además, no dejar que ponga objetos en su boca que tengan algún componente tóxico como pueden ser plásticos, monedas o pilas.
- Prevención contra el ahogamiento
Se dice que el ahogamiento es cuando las vías respiratorias se sumergen en un líquido dificultando la respiración. En algunos países del Pacífico Occidental y de Asia Sudoriental se ubica como la principal causa de muerte en niños.
Pese a que puede pensarse que las albercas o piscinas son los sitios de mayor peligro, la realidad es que los niños no deben de ser dejados cerca de lugares donde existan grandes cuerpos de agua. Estos son los casos de cisternas, tinas, cubetas, entre otros. Varios de estos se pueden proteger con sistemas de seguridad que lo mejor es colocarlos.
Aunque tenga edad suficiente, los padres no deben alejarse del menor cuando está dentro o cerca de lugares como albercas, arroyos, lagos o el mar, sin importar que ya sepa nadar. Si se acude a alguno de estos sitios es importante que cuente con un chaleco salvavidas o un dispositivo para que flote, dependiendo el caso.