Una de las prácticas comunes con las niñas recién nacidas es la perforación de sus orejas, suele ser una decisión que muchas mamás dan por hecho que ocurrirá con sus hijas e incluso algunas personas suelen regalar aretes o joyería al bebé antes de que nazca al saber que será una niña.
Pero, muy pocas veces los padres se preguntan cuál es la edad ideal para hacer esta perforación o si existe un momento perfecto para que los niños tengan menor dolor o la perforación implique un menor riesgo.
Diferentes culturas ven en el uso de la joyería y de los aretes una diferenciación entre los sexos desde que son menores, además de una de las primeras formas para forjar una identidad.
LA MEJOR EDAD PARA PERFORAR LAS OREJAS
Con el paso de los años muchas cosas en la cultura han cambiado, en especial con aquellas tradiciones que significaban imponer un género a una persona. Muchos ya no desean vestir a su hijo de azul solo por ser un niño o de rosa por ser una niña.
Algo similar ocurre con las perforaciones en la oreja, por lo que una mayor cantidad de familias se preguntan si la práctica es correcta. En países como Estados Unidos la perforación ya no es una práctica que se realice en el nacimiento, de igual forma muchos pediatras y clínicas han dejado de realizarla en busca de cambiar esta ideología.
Sobre si existe un momento adecuado para realizar la perforación de las orejas, diversos institutos médicos señalan que no existe una edad como tal. De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) un número en específico de edad no existe al ser una acción influenciada por la cultura o las tradiciones familiares.
En su recomendación solo piden que la perforación se posponga hasta que el hijo tenga la edad o madurez suficiente para aprobar el procedimiento, algo que es subjetivo y por ende no lleva a una edad específica.
Para los organismos de salud la decisión no debe involucrar mucho la edad, mientras el trabajo se realice con cuidado y con la vigilancia necesaria para evitar cualquier infección en el menor.
Algunos padres señalan que el único inconveniente que puede existir al esperar a que el niño o niña sea lo suficiente maduro para pedir la perforación es que suelen presentar un mayor miedo a la hora de realizar el trabajo. Debido a que es un procedimiento que se realiza a una pequeña edad muchas mujeres no recuerdan cuando se lo realizaron y no generan algún tipo de trauma a ello.
CUIDADOS QUE SE DEBEN TENER
Lo que sí existe al realizar una perforación a una bebé o a una corta edad es un mayor riesgo en cuanto a posibles complicaciones, por lo que los cuidados deben de ser mayores.
Primero se debe verificar que se utilice una pistola perforadora o equipos estériles para un menor riesgo de infección. De igual forma, el primer arete que se debe colocar de preferencia debe ser de oro o enchapada en plata al no tener un alto riesgo de reacción al contacto con la piel.
Tras realizar la perforación se deben buscar signos de hinchazón, picazón o enrojecimiento, al ser señales de una posible infección y de aparecer hay que acudir al médico de inmediato.
Se debe evitar colocar piezas que sean muy grandes o que cuelguen, al ser niños o bebés suelen moverse mucho y los pendientes podrían atorarse en algún sitio si no se tiene el cuidado. Además, se debe prevenir que no se toquen demasiado la oreja y limpiar de manera constante sus manos para que sea menor el riesgo de una infección.
Dentro de los cuidados que se pueden tener están el aplicar una pomada antibiótica dos veces al día con un algodón, girar el arete dos veces al día para evitar que la perforación se cierre y tenga que volver a hacerse, además no cambiar el arete durante las primeras 4 o 6 semanas.