¿De donde surge la palabra “Michis”? La tierna forma de decirle a los gatos

Cada día surgen nuevas palabras para referirse a cosas o seres ya existentes, como lo es el caso de los gatos

Carla Aponte / El Sol de Puebla

  · miércoles 17 de julio de 2024

Cual sea el nombre o apodo que le pongas a tu michi, no olvides ser un dueño responsable. Foto: Carrie Clark Facebook

La palabra “Michis” ha ganado popularidad en los últimos años como un tierno apodo para los gatos, especialmente en las redes sociales y entre grupo de jóvenes, este término que está relacionado al cariño y la simpatía se ha convertido una forma común para referirse a los animales, sin conocer su origen.

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El uso de esta palabra no solo refleja el cariño que los dueños sienten por sus mascotas, sino también es un claro ejemplo de cómo la lengua crece y se adapta según las necesidades de la población.

Los cuervos han sido representados a través de los años como animales maliciosos que habitan en lugares lúgubres. Foto: Shutterstock

¿Por qué se le dicen “michis” a los gatos?

De acuerdo con diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española Michi es el “nombre cariñoso usado para llamar a los gatos domésticos”, sin embargo, a pesar de su popularidad, pocas personas conocen su origen.

Se cree que el origen de esta tierna palabra podría tener dos corrientes diferentes, la primera refiere a una adaptación de lenguas antiguas como el Otomí, en este dialecto se les conocen a los felinos como “mixi”, aquí la pronunciación de la letra x se lee como shi, mishi.

Aunque el otro presunto origen supone un hecho más histórico, pues se piensa que cuando el imperio Inca fue colonizado por los españoles, estos llevaban consigo a sus mascotas a quienes llamaban con el sonido “mishi, mishi”, por lo que los nativos creyeron que ese era su nombre y de ahí la confusión.

Otros apodos para los gatitos

Cada lengua nativa tiene una palabra diferente para llamarle a los felinos domesticos, por ejemplo: Maya, “Miis”; Chontal, “Mish”; Mixteco, “Chitú”; Náhuatl, “Miztli”; Purépecha, “Misitu”; Otomí “Mixi”; Totonaco, “Misitón”; y Tzetzal, “Katu”. Varios de estos son fonemticamente parecidos al apodo de hoy en día.

También debido a la popularidad que han tenido estas mascotas, han surgido nuevas formas de nombrarlas con cariño como michito, morrongo, bishito, misi, michilinos, micifuz, mizo, miau, además claro, de los nombres con lo que sus dueños deciden bautizarlos.

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Cual sea el nombre o apodo que le pongas a tu michi, no olvides ser un dueño responsable y proporcionarle a tu gato todos los cuidados necesarios para que viva plenamente, desde vacunas en tiempo y forma, hasta darle un habitad donde se pueda desarrollar de manera cómoda.