Tras dos años de ausencia regresó a la ciudad de Puebla la Marcha Siniestra en su décima edición, la cual integró a cientos de poblanos, quienes con gran emoción desfilaron por la capital con sus mejores disfraces.
Personas de todas las edades portaron sus mejores atuendos tenebrosos y recorrieron con entusiasmo las principales calles del Centro Histórico de Puebla, lo que provocó un bloqueo vial sobre Avenida Juárez, Avenida 11 Sur, Avenida Reforma y calle 9 Sur, por mencionar algunas, durante más de tres horas.
La variedad y originalidad destacó el paso de los participantes, pues entre ellos se pudo distinguir a personajes de películas de terror, dioses terroríficos, hadas, brujas, e incluso botargas de personajes infantiles.
Asimismo, una caravana de carros alegóricos se sumó a esta marcha, quienes con música alegraron el ambiente en la décima edición de este desfile, el cual se perfila como una tradición que llegó para quedarse en la capital poblana.
Desde un poco antes de las 19:00 horas inició la concentración de personas sobre Avenida Juárez, a la altura del Monumento a Benito Juárez, asimismo, los espectadores aguardaron sobre Avenida Reforma y el zócalo de Puebla para observar este evento.
Con música, gritos y entusiasmo partió la Marcha Siniestra desde Avenida Juárez, atravesando Paseo Bravo y recorriendo Avenida Reforma hasta llegar a su punto de encuentro en el zócalo de Puebla.
Hubo gran concentración de visitantes durante esta edición, pues se observó a miles de personas sobre las principales calles del Centro Histórico, quienes grabaron y tomaron fotografías de los diversos personajes que pasaron por este desfile.
Incluso trabajadores de algunos comercios ubicados sobre Avenida Reforma mostraron interés al paso de esta edición, los cuales detuvieron un rato sus labores para disfrutar el espectáculo que tuvo sede este sábado.
La seguridad también estuvo presente en este evento, tanto elementos de policía municipal como de Protección Civil, ya que entre el número de participantes y espectadores se alcanzó una concentración superior a las dos mil personas.