Es sabido que cuando llegan las temporadas de calor comienza la escasez del agua y tal es la relevancia de este hecho que es catalogada como una “amenaza fantasma”, pues es un fenómeno al que poco le presta atención la gente, al pensar que nada se puede hacer al respecto.
De acuerdo con el Informe Mundial de Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, el cambio climático influye negativamente en la cantidad y calidad del agua disponible a nivel mundial, necesaria para satisfacer las necesidades humanas básicas, por lo que este derecho fundamental cada vez se podrá ver más afectado.
Uno de los problemas, tan sólo en el Valle de México, es que la recarga de agua en los mantos acuíferos es de cerca de 25 metros cúbicos por segundo, mientras que la extracción es de 55 metros cúbicos por segundo, lo que significa que la se recupera menos del 50 por ciento de lo que es utilizo en esta zona del país, generando un déficit de 800 millones de metros cúbicos por año.
Por otra parte, a eso se suma la sequía, que se da cuando la cantidad de lluvias se posiciona por debajo de los niveles normales registrados, generando a su vez graves desequilibrios hidrológicos, pero este fenómeno también proviene del aumento de la temperatura global, la cual altera los océanos y por consiguiente los ciclos del agua.
Incluso las más recientes cifras de la ONU-AGUA apuntan a que, por cada grado de calentamiento global, aproximadamente un 7% de la población mundial estará expuesta a una disminución de al menos 20% de los recursos hídricos renovables.
¿CÓMO SE PUEDE AYUDAR AL COMBATE DEL CAMBIO CLIMÁTICO?
Una de las maneras de combatir el cambio climático es mediante la recuperación y el manejo adecuado de áreas de conservación, además de hacer uso de tecnologías que permitan el aprovechamiento de las aguas residuales, así como el impulso de proyectos de captación de agua de lluvia en las zonas urbanas.
Asimismo, aunque pareciera no tener relación, los expertos recomiendan no desperdiciar comida, pues esta practica aumenta la emisión de gases de efecto invernadero, esto debido a que algunas dietas requieren de más agua y tierra para su producción, además de que se busca reducir las vulnerabilidades en los sistemas de producción.
Finalmente, los especialistas coinciden en que una manera de combatir este problema es mediante un enfoque de sostenibilidad, de la mano de acciones tempranas, mismas medidas que incluso pueden ser aplicadas para el combate de otras problemáticas sociales como las desigualdades, la desnutrición, entre otros.