El socavón en el municipio de Juan C. Bonilla, en Puebla y el factor que lo originó, todavía sigue siendo un tema desconocido para las autoridades estatales, por tal motivo, desde hace siete días especialistas estudian los motivos en la región y aquí te damos a conocer todo lo que sabemos sobre el mismo.
El pasado jueves, Pedro Francisco Rodríguez Espinoza, un investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN) dio a conocer tres hipótesis de trabajo que pudieron haber generado el gran hundimiento que surgió desde el pasado 29 de mayo, y estas son:
- Por causas naturales del subsuelo
- Por actividades humanas que se realizan en la zona
- Un conjunto de ambas (mencionadas con anterioridad)
Asimismo, el especialista comentó que se están haciendo estudios de subsuelo con diferentes metodologías, tanto geofísicas, geológicas y geohidrológicas locales regionalizadas, trabajos de campo y laboratorio.
“Las hipótesis de trabajo atienden a que las causas del colapso esté en los estratos profundos que aún sigue determinándose, no podemos descartar en las mismas, hasta ahora planteadas que las posibles causas del colapso, sean una combinación de procesos con efectos acumulativos, es decir, no hay un colapso instantáneo, atendiendo sobre procesos de sedimentación y filtración, diferentes procesos, que generan y que posiblemente pudieran involucrar actividades humanas como el intensivo aprovechamiento del agua subterránea”, indicó.
Uno de los objetivos del estudio, de acuerdo al especialista, atiende a comprender las causas del fenómeno y otro más, siendo el más importante, es identificar en el campo posibles nuevos socavones que podrían estar en desarrollo.
“Es un evento que tenemos en la naturaleza, que, de acuerdo con las hipótesis que estamos trabajando, y una variable que se llama la variable regionalizada que caracteriza estos socavones, podrían los otros estar encontrándose en diferentes sitios. El socavón se caracteriza por tratarse de un colapso promovido por oquedades en el subsuelo desarrolladas en el tiempo”, señaló.
En este sentido, la Secretaria del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Beatriz Manrique Guevara, adjuntó que existen datos para definir a donde tienen que investigar, en la misma región, para descartar o confirmar la posibilidad de nuevos socavones.
“Existe la urgencia de tener también algunos datos como los aforos de extracción de agua, todos los volúmenes que se están extrayendo de agua y también sistematizar todos, cuántos hay con licencias y permiso de la CONAGUA y otros los que tienen que ver con extracciones no autorizadas”, detalló.
Finalmente se dijo que, con estos estudios, se podrá determinar hasta donde se va a extender este gran foso, cuanto tiempo va a tomar su estabilización y lo más importante, con el diagnóstico de la región saber si hay el proceso para la formación de nuevos socavones.
Es importante mencionar que el sábado 29 de mayo que se originó el socavón, contaba con un diámetro de 9 metros que para el 31 aumentó a 60 metros; el 5 de junio alcanzó los 110 por 100 metros, 7 de junio 124 metros y hasta el 9 de junio, que han sido los últimos datos arrojados, se dijo que cuenta con un diámetro en el eje mayor de 126 metros y 114 metros del eje menor, además de una altura de 56 metros, 45 metros de agua y 11 de área libre.
Hasta ese momento (el jueves 9 de junio) Rodríguez Espinoza aseguraba que tenía 48 horas sin mostrar ningún cambio de crecimiento, no obstante, las últimas cifras seguramente aumentarán en las siguientes horas, debido a que la madrugada de este sábado 12 de junio se dio a conocer el derrumbe de la casa que se encontraba a la orilla del socavón, lo que demuestra que su desgajamiento aún no concreta.