Tras la temporada de lluvias, aparece la flor de cempasúchil, que es una planta originaria de México usada en las ofrendas para honrar a los fieles difuntos en el ‘Día de Muertos’; la costumbre de ocuparlas en estos rituales proviene de la época prehispánica, pues los aztecas solían ponerla en los altares de sus seres queridos.
Su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que en español se puede traducir como ‘flor de 20 pétalos’. Las comunidades originarias solían relacionar su tono con el color del Sol, es por eso que desde ese momento solían darle una gran carga espiritual, que hasta nuestros días aún se conserva.
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De acuerdo con datos del gobierno, Puebla es uno de los estados que tiene el mayor número de productores de esta planta, pues tan solo en el año 2019 la producción superó las 14 mil 900 toneladas. En el continente americano se han detectado 58 especies diferentes, de las cuales, 35 están en distintos puntos de nuestra nación.
No hay flor de cempasúchil macho y hembra
Hace unos años, en redes sociales se hizo popular una afirmación en la que se indicaba que para conocer el sexo de la flor de muerto era necesario fijarse en la forma de sus pétalos, y es que se presumía que aquellas con pétalos en el centro eran hembras, y las que solo tenían alrededor eran machos.
Fue así, que esta supuesta explicación se volvió oficial entre el público en general, sin embargo, esto es falso, ya que en este tipo de plantas no hay una diferencia entre sus caracteres sexuales, así lo aclararon los especialistas del Instituto Mexicano De Fauna, Flora y Sustentabilidad Social A.C.
En otras palabras, no hay una flor de cempasúchil que sea hembra o macho, pues los expertos detallaron que son hermafroditas, lo que quiere decir que sin importar como se vean, cualquiera de ellas tiene la capacidad de producir polen, así como semillas para su reproducción.
¿Por qué esas flores son diferentes?
Los integrantes del organismo, sostuvieron que hay una explicación científica detrás de la diferencia entre estos dos tipos de flores de muerto, y no está relacionada con su sexo, pues reiteraron que no son dioicas, lo que significa que dentro de estas especies no hay machos ni hembras.
El especialista Claudio Augusto Castañón Suarez, quien tiene una maestría en biología, indicó que aquella con pocos pétalos en las orillas se llama ‘flor ligulada’, y corresponde a la forma natural de esta planta, es decir, que no ha sido modificada por los humanos.
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Mientras que, las que tienen muchos pétalos que brotan de todos lados, incluido el centro, son resultado de la selección artificial ejecutada por las personas, esto con la intención de que sean más populares para su comercialización.
