¿Recuerdas cuándo fue la última vez que viste una libélula?, ¿qué tal una mariposa azul?, ¿un pequeño gusano medidor?, ¿un escarabajo? o ¿una luciérnaga? Intenta recordar. Si hace mucho que no has visto uno, es porque los insectos se están extinguiendo. Así lo han advertido investigadores a nivel internacional, hecho que ya repercute en la entidad poblana donde académicos registran una disminución de entre el 20 y 25 por ciento de estas especies.

Recientemente, durante el foro “Conservación de Insectos en México”, convocado por la Sociedad Científica Mexicana de Ecología, se dio a conocer que la tasa de desaparición de insectos es siete veces más alta que la de cualquier otra especie, no obstante, los especialistas consideran que el hecho aún no toma la relevancia merecida entre la población debido a la falta de conocimiento sobre los beneficios que dan a la tierra.

Pero, ¿realmente la extinción y desplazamiento de los insectos representa un tema que debería preocuparnos como sociedad poblana?, ¿nos afecta?, ¿debemos tomar medidas al respecto?, la respuesta inmediata de los especialistas es la misma: sí.

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A pesar de que a nivel nacional ya se reconoce una extinción en algunas especies de insectos, el entomólogo Agustín Aragón García, Investigador del Centro de Agroecología del Instituto de Ciencias (ICUAP) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), detalla que en Puebla aún no se puede hablar de una extinción como tal, pero sí de un desplazamiento, hecho que en sí mismo ya resulta preocupante debido a que este fenómeno da pauta a un desequilibrio en las cadenas tróficas (cadenas alimenticias) y en las afectaciones físicas del suelo.

INCREMENTO DE LA MANCHA URBANA, FACTOR DETERMINANTE

En entrevista con EL SOL DE PUEBLA, el doctor Aragón destacó que justamente uno de los factores principales que ha propiciado el desplazamiento y la falta de avistamiento de algunos insectos se debe al incremento de la mancha urbana.

Recuerda que en la capital y en la zona conurbada era muy común ver en abundancia luciérnagas del género Aspidosoma, mayates verdes (Cotinis mutabis), mariposas de la familia Papilionidae, así como coleópteros de la familia Cerambicidae; pero ahora es muy difícil encontrarlos, debido a que ya no hay espacios donde puedan desarrollarse debido a los cambios de uso de suelo.

“Detectamos el desplazamiento de un tipo de mariposas (Eurytides epidaus) que por los años 80 era muy común ver por los alrededores de Ciudad Universitaria y actualmente la hemos buscado, pero ya no está; no digo que estén extintas, pero ya se han desplazado por la mancha urbana”, compartió el especialista.

El doctor Aragón García también destacó que hay otras especies en las que ha disminuido significativamente su población, como es el caso de la mariposa azul, del género Morpho, de la Sierra Norte de Puebla, y la del género Mhorpo Blanca, en la Mixteca Poblana.

Además de la disminución que ya se observa en algunas familias de insectos, también hay alerta de peligro de extinción, en especial de una especie endémica de Puebla que cada vez resulta más difícil observarla: el Tehuacania howdeni, un tipo de escarabajo pardo rojizo con una longitud corporal de 33mm.

CAMBIO CLIMÁTICO Y USO DE INSECTICIDAS

Alejandro Córdoba Aguilar, académico del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), compartió durante una reciente participación en el webinar “Conservación de Insectos en México” que la extinción de insectos “es una verdadera crisis que debería llamar la atención de todo el mundo”.

Bajo este contexto, el especialista destacó cuatro puntos, como las principales causas de extinción, siendo la pérdida y degradación del hábitat, así como la transformación del cambio de uso del suelo como los factores clave en la desaparición de especies.

En segundo lugar, mencionó que el uso de compuestos químicos también ha sido causa de esta desaparición. En tanto, como tercer punto, mencionó las especies invasoras: “para todos nos queda claro que una especie invasora va a traer una serie de trastornos en los ambientes novedosos”, y finalmente como cuarto factor, “que a todo el mundo nos está afectando en mayor o menor grado, es el cambio climático”, advirtió.

De manera paralela, Aragón García coincidió sobre el hecho de que el manejo indiscriminado de pesticidas ha propiciado esta diminución en la población de insectos, operación que no se ha podido evitar del todo en la agricultura.

“La aplicación de pesticidas es un factor muy importante porque va directamente sobre los insectos y además también nos daña a nosotros como humanos”, indicó.

En este sentido, compartió que, mediante el manejo agroecológico (a través de extractos vegetales), se pueden controlar ciertas plagas como la cochinilla, hormiga arriera, hormiga de fuego, chapulín, la conchuela del frijol, el gorgojo, la palomilla del maíz y el psílido en los aguacates, sin afectar la tierra, ni los cultivos.

INSECTOS, UNA INFLUENCIA IMPORTANTE EN EL PLANETA

El académico de la BUAP, quien además es doctor en Ciencias Ambientales y maestro en Ciencias en Biología Animal, refirió que, desde su experticia, ha observado una disminución en las especies de insectos entre un 20 y 25 por ciento, por lo que consideró importante reflexionar sobre la preservación de estos organismos que, aunque a veces resultan ser incómodos ante la vista de algunos, son importantes para el proceso efectivo de los ecosistemas.

En este sentido, Aragón destacó que los insectos desde su origen han tenido una importante influencia en el planeta, pues entre otras cosas, ayudan a la polinización. En el caso de Puebla, dijo, favorecen los cultivos de jamaica, flor que no podría darse si no fuese por los insectos, como la denominada mosca de San Miguel; además de que permiten la mejora del suelo y ayudan a la eliminación de carroña.

“Cuando algún animal –por cualquier razón- está muerto, los primeros que llegan son los insectos, y son los que destruyen estos materiales. También ayudan a limpiar los ambientes y a mejorar las condiciones físicas del suelo”, indicó. Explicó que algunos insectos entierran el estiércol para que ahí puedan depositar sus huevos y sus larvas que son las que degradan esta materia orgánica.

DEBEMOS CONOCERLOS Y NO TEMERLES

A manera de resumen, el especialista destacó la importancia del papel que juegan los insectos en el ambiente, por lo que invitó a hacer conciencia sobre su existencia y preservación. “De hecho, aún no los conocemos todos; se habla que únicamente el 20 por ciento de ellos están descritos. Por eso el mensaje es que no se les tenga temor. Hay quienes los ven y se horrorizan, y si bien, hay insectos que nos pican, son estos los que evitan que se alteren los ecosistemas”, concluyó.