Mediante una declaración de impacto ambiental de 500 páginas, la administración de Trump indicó que de acuerdo al curso actual, el planeta se calentará siete grados Fahrenheit para finales de este siglo, es decir, alrededor del año 2100 y de acuerdo con dicho documento, la temperatura a registrarse será catastrófica.
De acuerdo a lo publicado por el diario The Washington Post, los científicos encargados de este estudio, afirman que los océanos se volverían cada vez más ácidos al grado que partes Manhattan y Miami estarían bajo el agua, además de que olas de calor extremas asfixiarían al planeta.
Dicho documento redactado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), no fue elaborado con el propósito de crear consciencia, pues afirman que el destino de la tierra ya “está sellado”, sino para justificar la decisión de Trump de congelar los estándares federales de eficiencia de combustible para automóviles y camiones ligeros.
Este análisis afirma que el mundo tendría que hacer profundos recortes en las emisiones de carbono para evitar drástico calentamiento, ante esta declaración, líderes mundiales se han comprometido a evitar que el mundo se caliente más de dos grados en los tiempos establecidos
Cabe recordar que el mismo Trump se comprometió a salir del acuerdo de Paris, pues calificó el cambio climático como un engaño y en los últimos dos meses, la Casa Blanca, ha impulsado el desmantelamiento de importantes reglas para reducir los gases del efecto invernadero.
Por su parte, el secretario general de la ONU, advirtió a los líderes reunidos en Nueva York que si no se cambia el rumbo en los próximos años, se corre el riesgo de un cambio climático descontrolado y con ello la vida peligra.
Finalmente científicos señalan que dicho cambio severo en el panorama global, son resultado de la “huella digital” que estamos dejando los seres humanos y en los Estados Unidos el debate se produjo después de devastadores incendios forestales, un calor sin precedentes y un huracán catastrófico.
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