Pamela y Eugenio son una pareja que está unida desde hace seis años, su relación además de estar conformado por el amor, está enlazada por la cocina, la innovación y los vegetales. Ambos, impulsaron uno de los primeros huertos agroecológicos en Puebla, un lugar en donde pueden encontrarse sandía amarilla, coliflor morada, cucamelon, tomate azul, flores comestibles, entre otros productos que normalmente no se ven en México.
Pamela Pérez y Eugenio Sánchez son los creadores de Cactilia, un lugar que tiene vegetales heirloom, que son los que no están genéticamente modificados, pero que difícilmente se encuentran en tierras mexicanas, así como poblanas. Este tipo de vegetales se caracterizan porque sus semillas se conservan y vuelven a sembrarse para crear un ciclo alimenticio.
¿Qué es un huerto agroecológico?, es un espacio que evitar productos químicos, como son los fertilizantes o los insecticidas, ademas en sus cultivos impulsan la agricultura sustentable y no únicamente lo hacen para tener un recurso económico.
Ellos, son gastrónomos de profesión y desde la universidad les interesó las nuevas dinámicas gastronómicas y dentro de esta gama están los alimentos heirloom, que son diferentes en apariencia y por su puesto en su sabor. La apuesta fue crear un lugar que ofrece estos alimentos a un precio accesible para restaurantes, así como los ciudadanos.
“Ahora ya está más de moda, pero aún así, no es como en Estados Unidos o Europa que hay un sinfín de vegetales que existen por semillas ancestrales. México fue muy conservador en cuestión de productos, como el jitomate, solo conocemos el saladet, el de bola, pero hay infinidad de colores y variedades”, compartió Eugenio.
El huerto está ubicado en San Gregorio Zacapechpan en el municipio de San Pedro Cholula y lo que empezó con un sueño, ahora es un negocio y en palabras de Pamela “un proyecto de vida”. Empezaron como un traspatio y hoy tienen un terreno en donde siembran, recolectan, lavan, desinfectan, empacan, polinizan, hay control de plagas natural, incluso ya dan trabajo a seis personas de la zona gracias a su buena respuesta.
En su huerto hay berenjenas, pero no las tradicionales, sino berenjenas de diferentes colores, calabazas amarillas, que no tienen la forma común de círculo sino que son en forma de un plato, flores eléctricas que sirven como limpiador de paladar. También tomates manzanos, ejotes amarillos, habas moradas, betabeles amarillos y rojos. En fin, un deleite para el gusto y para la vista.
- Por si te interesa Migración de la mariposa monarca, ¿por qué?
Actualmente, el huerto surte a restaurantes de Puebla, quienes buscan innovar en sus sabores y buscan productos 100 por ciento naturales. En suma, venden a los habitantes de la zona, quienes en un principio estaban sorprendidos por los vegetales, pero terminaron comprando y siendo su principal apoyo cuando comenzó la pandemia, debido al cierre de lugares.
“Mi mamá que en paz descanse siempre tuvo su huerto en la casa y desde niño me gustó eso. Cuando entré a estudiar me di cuenta que en México los cocineros a veces no estaban desde el proceso uno, que es producir y yo quise estar involucrado en eso y en eso coincidí con Pamela, encontramos este terreno y ahí empezó todo hace 5 años. La conexión con los restaurantes se dio por amigos y conocidos que tenían restaurantes”, comentó el gastrónomo.
Asimismo, hoy en día, en el huerto se hacen talleres de agricultura y cocina, en dónde te enseñan a cultivar este tipo de vegetales y si no sabes prepararlos, ellos te enseñan a cocinarlos. Es decir, que los visitantes cultivan, cosechan y comen en el huerto.
Eugenio y Pamela, aman la tierra y están convencidos que como vaya pasando el tiempo se verán más espacios de este tipo en Puebla, ya que si algo bueno dejó la pandemia es la auto producción y el consumo de alimentos sanos.