Una empresa europea encontró la manera de aprovechar los desechos del café, y reutilizarlos para convertirlos en alimento y materiales de construcción, de esta manera será posible obtener una alternativa amigable con el medio ambiente, pero que a su vez sea útil en diferentes entornos, esperan que los próximos meses el proyecto crezca.
Los creadores de esta idea, mencionaron que para impulsarla acudieron a los restaurantes y cafeterías aledañas a las instalaciones de su fábrica para recolectar estos residuos, y después tratarlos. Aseguraron que todo lo que obtuvieron con este proceso será útil, nada tendrá que tirarse o depositarse en la basura.
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Esto lo hicieron los colaboradores de PermaFungi, que es una organización ubicada en Bruselas, la capital de Bélgica. Comentaron que tienen planeado extender esta alternativa a diferentes campos de aplicación, que van desde la creación de inmuebles, fabricaron de lámparas, hasta ataúdes.
¿CÓMO ES EL PROCESO?
Lo primero que hicieron fue combinar los desechos del café con heno, esa mezcla la colocaron en sacos colgantes especiales que pusieron en un almacén con un alto nivel de humedad, luego de dos semanas, salieron hongos que hicieron agujeros en las bolsas, los cuales fueron cosechados y desinfectados.
Posteriormente los mandaron a diferentes lugares que los distribuyeron como alimento. Lo que queda dentro de los sacos, las semillas de los champiñones llamadas micelios, y el resto de la paja se mezcla con esporas adicionales para crear los paneles de aislamiento con la forma final. Con esto se forma un compuesto biodegradable y resistente.
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Así lo explicó el director científico de PermaFungi, Victor Thomas, quien precisó: “Al final de nuestra cadena de producción, recuperamos el café molido y las esporas digeridas y las reinsertamos al comienzo de nuestra cadena de producción para producir paneles aislantes”.
Con este método se consigue el micomaterial, que es un producto que nace de la experimentación con el reino fungí, que está constituido por los hongos. Los trabajadores de esta empresa informaron que con él pudieron hacer lámparas, que son 100% funcionales. Dicen que esto servirá como material de construcción.
UNA ALTERNATIVA AMIGABLE
Los representantes de la compañía resaltaron que la producción de este micomaterial genera diez veces menos dióxido de carbono y ocupa ocho veces menos energía que la espuma de poliestireno, que es un producto empleado en paredes o techos.
“Esperamos usarlo para otras aplicaciones a mediano plazo, en particular ataúdes y urnas funerarias. Los sectores de la construcción y el embalaje representan el 52% del consumo de plástico en todo el mundo y presentan un gran desafío social y económico”, indicó PermaFungi.
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Expusieron que, para la segunda mitad del año 2025, la empresa tiene como objetivo producir alrededor de doce toneladas de este material por mes, reciclando así quince toneladas de residuos de café.