Una mujer de Michoacán ganó un litigio contra una tienda de la cadena Elektra en Morelia, tras el cual pudo embargar al establecimiento, luego de que la filial de esta empresa Banco Azteca se negó a pagarle 330 mil pesos.
De acuerdo con la mujer, en la institución bancaria le “desaparecieron” varios depósitos de dólares que su esposo le enviaba mensualmente desde Estados Unidos.
La denuncia la interpuso la afectada después de percatarse de que en diversas ocasiones no se reflejaban en su cuenta las transacciones que realizaba su marido o en otras más las cifras estaban incompletas.
Esta situación se repitió a lo largo de ocho años y aunque la fémina presentó diversos reclamos ante la institución, nunca obtuvo una respuesta satisfactoria, por lo que decidió interponer una demanda ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios (Condusef) y tras cuatro años de batalla ganó el juicio.
Pero la historia no terminó ahí, pues bajo el argumento de que no contaban con dicha cantidad, Banco Azteca se negó a pagar los 330 mil pesos, por lo que la dependencia juzgadora ordenó el pago de 198 mil pesos, más los intereses del monto original.
Ante una nueva negativa de pago, la demandante actuó con un embargo a la tienda, mediante el que pudo llevarse mercancía diversa para cubrir el monto estipulado, entre estos objetos, testigos que no daban crédito de lo sucedido vieron salir de la tienda muebles, televisores, motocicletas y refrigeradores, entre otros.
Debido a que los productos circularon ante la mirada atónita del gerente, algunos pensaban que se trataba de un saqueo a la tienda, aunque tras conocer la historia muchos incluso se dieron a la tarea de cargar diversos productos al camión de mudanza.
Finalmente Ricardo salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas al que pertenecen dichas tiendas no perdió la oportunidad y respondió: “YO SOY UNO DE LOS PRIMEROS EN FELICITAR a la señora, la nota es de hace 4 años o más… y sí, estoy totalmente a favor de que si una de mis empresas se equivoca, repare el daño, siempre y cuando sea apegado a la ley y a través de las instituciones correctas… ¿está mal?”