En los últimos años, el término “tóxico” se ha puesto bastante de moda, pero en general, a qué se debe este término y cómo identificar a este comportamiento en las personas o si yo soy una persona tóxica, en esta nota te lo diremos.
De acuerdo a varios especialistas en psicología, las personas tóxicas son aquellas cuyo comportamiento genera un sentimiento negativo o una emoción desagradable en los demás. Y es que, aunque apartemente esas personas parezcan positivas, en realidad su forma de ser y de interactuar con los demás genera malestar en aquellos que las rodean debido a su poder de manipulación.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante
Si bien, todos sabemos identificar a las personas tóxicas de nuestro alrededor, pues toparse con alguien así suele ser muy desagradable, cómo puedes saber si la persona tóxica eres tú. El primer paso y algo muy positivo es darse cuenta de que puedes llegar a serlo.
¿Cómo saber si soy tóxico? Estas señales te ayudarán
Normalmente la persona tóxica, a menudo, crea conflictos, generando ansiedad y estrés en los demás, resultandos nocivos para nuestra salud y hasta equilibrio psíquico. En este sentido, las personas tóxicas son de algún modo, capaces de enganchar a los demás en sus peligrosas redes. Pero, ¿qué características tiene una persona tóxica? A continuación, te lo explicamos:
Son egocéntricas: de acuerdo al sitio web Mundo Psicólogos, una de las características principales es que este tipo de personas sean egocéntricas o narcisistas, es decir, suelen ser personas que solo hablan de sí mismas y de lo que les sucede a ellas y redireccionan el tema hacia ellas nuevamente, cuando este varía y cambia hacia otro de los miembros del grupo. De igual manera, suelen hablar mucho y escuchar poco, además de que siempre quieren ser el centro de atención.
Abusan de los demás: este tipo de personas, usualmente solo llamas a otras cuando les interesa o para sacar algún tipo de beneficio, ya que se aprovechan de la bondad de la gente y de la posible amistad.
Son negativas: por lo regular, las personas tóxicas se quejan constantemente y el discurso negativo les impera. Todo irá mal en cada situación que se les presente y casi siempre tratarán de ver la peor de las soluciones a cualquier problema que tengan.
Manipulan a la gente: en este aspecto, quienes tienen este problema de actitud, suelen conseguir girar siempre la tortilla; es decir, aunque ellos sean responsables de algo, acabarán haciendo creer a la otra persona que es culpable. Es así como consiguen que los demás hagan lo que tú quieres, aunque sepas que va en contra de sus principios y valores, y lo harán para conseguir lo que desean.
Se victimizan: usualmente los problemas de este tipo de personas siempre serán los más importantes, y cuando en algún punto exista un momento de conflicto con ellas, siempre se posicionarán como las víctimas para culpabilizar al otro.
Usan el chantaje y el reproche continuamente: las personas tóxicas suelen tener una gran capacidad para memorizar todo aquello que te ha dolido en algún momento y a la primera de cambio lo sacan a relucir para salirse con la tuya. De igual manera, serán capaces de amenazar con algo que saben que le dolerá a la otra persona para así conseguir sus propósitos.
Son mentirosos: la gran mayoría de tóxicos, ya sea por costumbre o para ocultar algo que las avergüenza, siempre mentirán en algunos aspectos relevantes de su vida. Generalmente esta característica en este tipo de personas suele estar ligada a la vanidad, ya que son incapaces de verse a sí mismas como imperfectas.
Insultan y critican a los demás: la pasan tan bien “despellejando2 a todo aquel que se cruza en tu camino, por lo que se aburren cuando la conversación no se basa en criticar o hablar mal de los demás o de alguien en específico.
Falta de empatía y autocrítica: muchos de los comentarios que hacen este tipo de personas pueden resultar hirientes para los demás, aunque ellos siempre se escudarán en su aparente sinceridad. Lo cierto es que, en la realidad, esconden una falta de empatía, pero lo negarán si se les acusa de ello.
Señalan los defectos de los demás: siempre estarán señalando los defectos de los demás. Y aunque es bueno indicarle a alguien un defecto si este te lo pide, como regla general no es bueno ir diciéndole a las personas qué deberían mejorar.
Siempre ‘tienen la razón’: A todo el mundo le gusta tener razón, pero, evidentemente todos nos equivocamos. Una persona tóxica suele no recapacitar nunca, incluso cuando ve que realmente no tiene la verdad.
Todo es una competencia: finalmente, una persona tóxica siempre suele competir en todo lo que puede, incluso en aquello que no debería serlo. Si al estar con una persona suele decir 'y yo más' o simplemente compite para ser mejor que alguien más, es que definitivamente es muy tóxico.
