Dentro del ambiente laboral pueden surgir diferentes problemas relacionados con la salud mental, especialmente en centros de trabajo con altos niveles de estrés, poco personal o mala organización. Esto puede provocar que los empleados enfrenten situaciones negativas de manera constante.
Estos factores pueden contribuir al desarrollo de la ergofobia, un miedo a volver a la oficina que puede manifestarse después de un periodo vacacional o afectar a quienes deben regresar a actividades presenciales tras haber trabajado siempre desde casa, una modalidad que en los últimos años ha ganado gran popularidad.
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Los especialistas recomiendan buscar el apoyo de un profesional para resolver esta situación, ya que, de lo contrario, puede volverse más complicada. Además, existen algunas recomendaciones para hacer frente a este inconveniente.
¿Qué es la ergofobia?
La ergofobia se refiere a un temor irracional hacia el trabajo o hacia situaciones relacionadas con este entorno. Esta fobia va más allá de una simple falta de motivación; implica un miedo profundo que puede afectar de manera significativa la vida de quien la padece.
La intensidad de este temor puede variar, desde una ansiedad leve hasta una parálisis total que impide a la persona participar en cualquier actividad laboral, como explicó Juan Armando Corbin, psicólogo organizacional.
En estos casos, el miedo se convierte en un obstáculo que interfiere con el funcionamiento normal de la persona. Quienes experimentan esta condición pueden presentar síntomas intensos, como taquicardias, sudoración excesiva y temblores.
En algunos casos, incluso pueden experimentar ataques de pánico al pensar en trabajar o al estar en un entorno profesional. Estos síntomas pueden llevar al individuo a evitar cualquier situación que implique un compromiso laboral.
¿Qué lo provoca?
Este tipo de fobia puede estar relacionado con experiencias previas traumáticas en el entorno laboral, como una mala relación con compañeros o jefes, sobrecarga de trabajo o episodios de acoso.
También puede estar vinculado a la baja autoestima, ya que la persona teme ser juzgada o criticada en su desempeño. La presión de cumplir con expectativas, la autocrítica y el temor a cometer errores o fracasar son elementos que incrementan la ansiedad.
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Para tratar este problema, existen diversas opciones terapéuticas. Estas terapias se enfocan en ayudar al individuo a identificar y modificar patrones de pensamiento que desencadenan el miedo, explicó el experto. De acuerdo con la clínica española Cigna Healthcare, algunos consejos para enfrentarlo incluyen:
- Trabajar en entornos con luz natural y cercanos a plantas.
- Planificar sesiones de relajación y meditación.
- Incorporar rutinas de ejercicio.
- Consultar a un psicólogo.