Quizá te haya pasado que luego de acudir a un concierto muy esperado, probablemente de tu artista favorito, al otro día no recuerdas nada y por más que lo intentas es como si te hubieran borrado la memoria.
Aunque han surgido teorías conspirativas sobre la razón de tener amnesia post concierto, lo cierto es que esto es un poco más científico; Ewan McMay de la Universidad Estatal de Nueva York se encargó de explicar este curioso fenómeno.
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¿Por qué olvidamos parte de un concierto?
Esto es algo que sucede con muchos artistas de diferentes géneros y todos tienen el mismo factor, la emoción; de hecho, explica que puede suceder con cualquier situación que te haya causado una emoción extrema.
La explicación que da este investigador es que cuando el cuerpo recibe muchas sensaciones lo toma como un estado de estrés, provocando que las hormonas encargadas de la memoria se activen y se altere el funcionamiento de la norepinefrina, un neurotransmisor cuya función es el almacenamiento de los recuerdos y procurar resguardar los que tienen cierta importancia.
“Un poco de estrés está bien; demasiado es malo. Si agrega cafeína o alcohol a la mezcla, es probable que empuje la curva aún más hacia la derecha, lo que significa que su cerebro tendrá más dificultades para crear y guardar nuevos recuerdos”, informa McNay.
¿Por qué es bueno para la salud ir a conciertos?
De unos años a la fecha y más aún posterior a la cuarentena por el virus del Covid-19, los conciertos se volvieron una experiencia que todos desean vivir por las emociones que genera, además hay algo que no todos conocen y es que estos eventos tienen grandes benéficos para la salud.
Un estudio elaborado por Centre for Performance donde tomaron muestras de saliva de 117 participantes antes y después de acudir a una presentación de mostró que reduce los niveles de la hormona cortisol y si la mencionada se encuentra por encima de lo necesario provoca estrés y fatiga crónica.
Además, el acudir a recintos con muisca propicia a tener relación con otras personas y de esta manera se practica la parte social que a veces por el uso de las tecnologías solemos perder; sin dejar a un lado la felicidad que causa ver a alguien que admiras.