Diversos son los productos mexicanos que gozan de fama internacional, pero uno que pocos imaginarían que se encuentra en esta lista es el Jabón Zote, que en nuestro país es usado para lavar ropa o cabello y combatir caspa o el acné, entre otros.
Sus 100 años de historia se remontan al municipio de Ecatepec, en el Estado de México, donde se estableció la Fábrica de Jabón La Corona y de donde a diario se producen grandes cantidades de jabón Zote rosa, blanco y azul.
Dichos productos, hasta la fecha, conservan sus componentes originales, hecho que también lo ha mantenido entre los consentidos de los usuarios de generación en generación, esto sin recurrir a costosas campañas de mercadotecnia.
Pero esta fama le ha valido posicionarse no sólo en suelo mexicano, sino que también en países como Corea del Sur, China, Ghana, Estados Unidos, Canadá, Centro, Sudamérica, el Caribe, Ecuador, Argentina y Jamaica, entre otros.
Aunque este fenómeno llama más la atención luego de que la empresa ha señalado que no cuenta con elementos en estas partes del mundo, por lo que le atribuyen este éxito a los migrantes.
Pero jabón no es lo único que comercializa esta fábrica, pues de ellos también es el Aceite 123, Glicerina grado farmacéutico, Grasa vegetal que usa la industria panificadora con la marca grano de oro, Jabón de tocador Rosa Venus y Carisma.
¿CÓMO SE FABRICA EL JABÓN ZOTE?
Si algo predomina en la fábrica es el calor, pues requiere de diversos procesos químicos durante el primero paso de elaboración, en el que se requieren también grasas animales y aceites vegetales provenientes del cebo de res y el aceite de coco, o de palmiste, los cuales son sometidos a un proceso de hidrólisis y destilación para ser purificados.
Posteriormente son sometidos a la saponificación, que consiste en un grupo de bombas dosificadoras que inyectan agua con sosa, cebo de res, aceite vegetal y agua con sal para posterior a una etapa química de reacción separar el jabón del agua.
Con todo este proceso cada hora son producidas 34 toneladas de jabón que son trasladados por tuberías para llegar al proceso de marcado “Zote”, troquelado, corte, para finalmente empacarse y distribuirse en presentaciones de 400, 200 y 100 gramos.