Uno de los sentidos que nos permite conectarnos con el mundo es la vista, sin embargo, en diversos estudios se ha hablado de que lo que captamos a través de ellos es sólo nuestra percepción de la realidad, es por ello que existen ejercicios donde una parte de las personas ven un vestido de un color y el resto observa un tono distinto sin que exista algún padecimiento.
Dentro de estos trabajos se encuentra la llamada habitación de Ames, que consiste en una ilusión óptica que fue diseñada en 1946 por Adelbert Ames, un oftalmólogo norteamericano, a través de la cual al colocar a dos personas en dos de sus esquinas el tamaño de estas cambia considerablemente, haciendo que uno luzca diminuto y otro con dimensiones exorbitantes.
¿En qué consiste la habitación de Ames?
Este sitio consiste en una habitación trapezoidal que genera una distorsión debido a que las paredes, el techo y el suelo tienen una inclinación, lo que genera que una de las esquinas se encuentre más cerca al observador haciendo que se origine el efecto de que una persona es más alta que la otra, la cual ha sido utilizada para explorar la facultad de la percepción.
Incluso a través de este sitio se ha podido confirmar que la mente trabaja de manera activa para tratar de definir su entorno, e incluso al creador de este espacio también se le atribuye la fundación del transaccionismo, la cual es una corriente psicológica la cual considera que existe una transacción o diálogo entre los seres humanos y el entorno, es decir un mecanismo mucho más complejo que el de estímulo-respuesta.
Este invento abrió la puerta para determinar que el ambiente y la percepción quedaran definidos como un diálogo de los hombres y el medio, por lo que las interpretaciones que cada sujeto hace de su entorno solo son posibles gracias a la percepción y a los principios que rigen en la vida, por lo que si aparece un nudo, o algo difícil de interpretar que viene a contradecir la experiencia que se tiene del mundo, el hombre entra en dialogo con el entorno para hacer un reajuste interno.
En resumen, con la habitación de Ames se pudo determinar que el entorno no es un espacio vacío o neutro, sino que todo lo que encontramos se debe a nuestro antecedente cultural, introduciendo el concepto del tiempo, que más adelante permitió hablar también de espacio, esto con la intensión de ordenar al mundo los cuales fueron introducidos por Immanuel Kant.
¿Cómo se utiliza la habitación de Ames en el cine?
Pero este invento no sólo ha contribuido a las áreas académicas, pues a partir del objeto creado por Ames también se han generado escenografías utilizadas en reconocidas cintas a fin de obtener el efecto óptico de que exista una importante diferencia entre la estatura de un personaje y otro, dentro de las cuales figura “El señor de los Anillos”, que recurrió a este efecto por una falta de presupuesto.
Finalmente, esta no es la única producción en la que se recurrió a la recreación de este fenómeno, también sucedió en la saga Harry Potter para dar pie a la diferencia de tamaño entre otros personajes de la saga y el gigante Hagrid, efecto que se había pensado que se había logrado mediante digitalización, pues implica un ahorro para estas costosas inversiones.