Thomas Raynard Jones es un hombre originario de Miami, Estados Unidos, el cual después de pasar 32 años de prisión y de tener una cadena perpetua en su contra, la sentencia le fue perdonada.
La fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, presentó una moción de 90 páginas, en donde pidió que se anulara la condena al encontrarse las pruebas que mostraban su inocencia.
Jones era menor de 25 años cuando fue condenado y ahora al salir tiene 55 años, por lo que espera que esta nueva oportunidad sea una mejor para él en donde pueda recobrar su vida.
¿CÓMO OCURRIÓ EL CASO DE THOMAS RAYNARD JONES?
El arresto original de Thomas Raynard ocurrió el 17 de enero de 1990 cuando apareció como sospechoso de un asalto ocurrido en Coconut Grove en Miami. Dentro de los hechos, dos sujetos ingresaron a un apartamento para robarlo y uno de los maleantes disparó a un hombre que falleció a causa del impacto.
Thomas tenía apenas 23 años en ese momento y tras su arresto inicial pasó a una rueda de reconocimiento, en donde fue identificado por testigos. Por ello, fue condenado por asesinato en primer grado y robo a mano armada con la condena de cadena perpetua un año después en 1991.
Dorothy era el nombre de la testigo que aseguró verlo en la escena del crimen al ser la hijastra del hombre asesinado y quien testificó en persona que había visto a Raynard apretar del gatillo. Su testimonio terminó por ser la clave en el caso debido a que la policía no contaba con evidencia física para encontrar un culpable.
Este tipo de elementos hizo que el hombre no se diera por vencido y buscara su libertad desde entonces. Para esto recurrió a la ayuda de su madre, Doris Strong, que en todo momento creyó en la inocencia de su hijo y desde afuera de prisión hizo todo lo posible para encontrar las vías de su libertad.
LA INVESTIGACIÓN QUE CAMBIÓ SU VIDA
Su historia y sus intentos llegaron a la periodista Tristram Korten quien decidió investigar el caso la cual resultó en un artículo en la revista GQ en 2021. La publicación llamó la atención de todo Estados Unidos y puso el nombre de Thomas Raynard en la mira de los fiscales de Miami, quienes decidieron aproximarse al caso.
Katherine Fernández Rundle, fiscal estatal de Miami-Dade, fue quien tomó el caso y desde el principio señaló que todo apuntaba a la inocencia del encontrado por el culpable.
Dentro de los elementos que encontró estaban que las únicas huellas dactilares encontradas en la escena no eran iguales a las de James y que, su nombre incluso se confundía con el de otro hombre con el que compartía y quien podría ser el verdadero asesino.
Para despejar las dudas se volvió a citar a Dorothy para que rectificara su testimonio al ser la clave del caso en el otoño de 2021. Al contactarla ella señaló que tenía algunas preocupaciones sobre si lo que dijo era verdad e incluso se rehusó a reunirse con los fiscales por miedo a una posible represalia.
Cuando finalmente la tuvieron en persona, Dorothy indicó que ahora tenía la sensación de haberse equivocado al identificar al asesino, pero que no recibió ninguna presión externa para señalarlo.
Sobre los verdaderos responsables del caso, la fiscal Fernández señaló que uno de ellos responde al nombre Vincent Williams, pero ya falleció. El segundo hombre sería Tommy James, quien al parecer en ese tiempo se encontraba en prisión y que ha negado en todo momento su culpabilidad.
“Creemos que uno de los dos hombres que hicieron esto nunca será responsable por la pérdida de su ser querido”, señaló la fiscal en relación a la pena que mantiene la familia del hombre asesinado. “La segunda, simplemente no estamos seguros. Continuaremos considerándolo como un caso sin resolver”.
LA OPORTUNIDAD DE INICIAR DE NUEVO
Thomas Raynard Jones apareció el pasado 26 de abril junto a su madre y los fiscales de Miami en una conferencia de prensa en donde se informó sobre su inocencia como perdón.
Aunque no dijo muchas palabras, su mamá fue quien explicó que él se encontraba ansioso por comenzar su vida y por aprovechar esta nueva oportunidad. Dentro de sus planes, Thomas Raynard junto a su familia esperan abrir una organización sin fines de lucro para ayudar a personas que estén en prisión por casos similares al suyo.
