Cada 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales, una fecha importante promovida por la Organización Mundial de Protección Animal (World Animal Protection) y que no fue elegida al azar, ya que, guarda una gran relación con el tema religioso, pero ¿por qué se celebra y cuál es su origen? en esta nota te lo explicaremos.
Fue en 1929 cuando la organización internacional proclamó el 4 de octubre como Día Mundial de los Animales, durante un congreso que tuvo lugar en Viena, con el objetivo principal de generar una solución al problema de las especies en peligro de extinción.
Posteriormente, tras la 3ª Reunión sobre los derechos del Animal, celebrada en Londres en septiembre de 1977, la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas adoptaron la Declaración Universal de los Derechos del Animal, misma que fue proclamada y aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y, posteriormente, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1978.
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Hoy en día la especie animal ha cobrado un papel importante en la sociedad, por tal motivo, desde hace muchos años existe la conmemoración de este día que, independientemente de celebrar, representa un recordatorio de la responsabilidad que todos tenemos para proteger y conservar la rica biodiversidad de nuestro planeta, además de que es un llamado a la acción, a la conciencia y al respeto por todas las formas de vida.
Día Mundial de los Animales y su relación con la festividad de San Francisco de Asís
La fecha para conmemorar el Día Mundial de los Animales no fue elegida al azar, pues más bien coincide con el santo de los animales: San Francisco de Asís, quien en vida consideró que todos los seres que habitamos la tierra somos criaturas de Dios.
Y es que, cuando este santo era apenas un joven, allá por el año 1200, dijo que “debemos comprender cuál es nuestro lugar en la Tierra, ya que nuestro bienestar está conectado al bienestar de todos los animales y el medio ambiente”.
Quizá en aquel tiempo, sus palabras no fueron comprendidas, pero actualmente todos los seres humanos sabemos a ciencia cierta, cuan sabia y premonitoria fue aquella frase.
De hecho, en 1980 el Papa Juan Pablo II declaró a San Francisco de Asís patrono de los animales, una acción que hizo aún más popular esta celebración de aquel día, haciendo que cada año millones de católicos se congreguen junto con sus mascotas en las iglesias para que estas reciban la Bendición.
Es concreto, la intención de celebrar el Día Mundial de los Animales este 4 de octubre, es recordarnos que, a pesar de que somos la especie más evolucionada, debemos respetar los derechos y la protección al resto de los animales del planeta, además de que es un llamado ante la problemática de las especies que requieren atención especial.
Es importante mencionar que, en México, el Programa de Conservación de Especies en Riesgo (PROCER) contempla a algunas especies como: la Ballena azul y jorobada, el berrendo, el bisonte, el jaguar, el lobo mexicano, la vaquita marina, el ajolote mexicano, el águila real, las guacamayas verde y roja, y varias clases de tortugas, entre otras.