Siempre que una figura pública aparece a cuadro con una sonrisa, sin importar que se trate de un actor, periodista, empresario o deportista, se piensa que es feliz y con una vida plena bajo el argumento de que tiene un elevado sueldo que le permite llevar una vida sin complicaciones, sin detenerse en el contexto que hay detrás y que puede no ser tan de color de rosa como se piensa.
Pues son diversos los casos en los que la fama en exceso también puede llevar a sus protagonistas a perderse en diversos males como el alcohol o las drogas, tal y como le pasó a un jugador de la NBA, quien después de estar en los cuernos de la luna e incluso ganar millones de dólares, terminó sumido en las adicciones al grado de que terminó viviendo en las calles e incluso detenido.
Delonte West y su vida rodeada de conflictos que frenó la NBA
Fue hace un par de años cuando a través de redes sociales se viralizaron unas imágenes en las que la exestrella del baloncesto se podía observar en situación de calle, discutiendo, pidiendo limosna y con un aspecto que nada tenía que ver con el aspecto de un deportista, pero estos problemas no surgieron de la nada, de acuerdo a las declaraciones del propio jugador para el Washington Post en 2015.
Según reveló en aquella charla el propio Delonte West, a lo largo de su infancia y adolescencia intentó terminar con sus días en repetidas ocasiones, por lo que mucho de su vida la pasó en hospitales con la intención de llamar la atención, pues se desarrolló en una familia de escasos recursos, además de que fue víctima de bullying por tener un color de pelo rojo.
A eso se sumó el hecho de la separación de sus padres, lo que generó que tuviera que vivir en el campo, desatando una serie de desórdenes de conducta que aparentemente se solucionaron cuando el básquetbol llegó a su vida logrando consagrarse en la NBA en 2004, donde jugó ocho temporadas en equipos como Boston, Seattle, Cleveland y Dallas, con compañeros como LeBron James, hasta que se retiró en la G-League en 2015.
La salida de West de la NBA y el regreso de sus tormentos
Pero, aunque se pudiera pensar que la vida llena de éxitos deportivos lo alejó de sus pesares, lo cierto es que con el fin de su carrera regresaron los problemas que terminaron por llevarse la fortuna que hasta entonces había amasado, logrando reunir sólo por su trabajo en la NBA la suma de 16.3 millones de dólares, por lo que terminó viviendo en la calle, lo cual se volvió noticia.
Aunque previamente dio señales de problemas, pues en septiembre de 2008 tras una pelea con un árbitro durante un amistoso y la separación de su mujer, una serie de estudios determinaron que West padecía “trastorno bipolar” y en septiembre del 2009 fue detenido por hacer maniobras peligrosas con su moto, además de encontrarle armas en una bolsa y que fue acusado de ocho cargos, por lo que pasó ocho meses de detención domiciliaria.
Pero tras dejar de jugar por una lesión las alertas se encendieron cuando en estado de indigencia, en enero del 2019 la Policía lo arrestó y grabó un video en el que se veía en pésimas condiciones y en septiembre fue visto nuevamente pernoctando en las calles, tras ver su situación la NBA, la Asociación de Jugadores y el entrenador Doc Rivers buscaron intervenir e incluso le plantearon ser internado en un centro médico, pero el ex jugador se negó y su situación se agravó.
Finalmente, Mark Cuban, dueño de los Mavericks, tomó la determinación de rescatarlo e internarlo en un centro de rehabilitación en Florida, donde logró una mejoría por lo que volvió a las redes de la mano del rapero Ice Cube que lo impulsó a volver a jugar al baloncesto profesional, sin embargo, meses después surgió otro video del jugador pidiendo limosna y una nueva detención por andar vagando, sin que hasta ahora se tengan más novedades.