Dentro de la localidad de Sauherad, en Noruega, se ubica una bella y antigua iglesia construida en el siglo XII, la cual esconde un extraño secreto. Una de sus paredes se encuentra llena de figuras como cabezas de animales, máscaras, demonios y animales fantásticos, a la cual se le nombró “demonveggen” o la pared del demonio.
Su descubrimiento no se dio hasta 1940 cuando el curador Gerhard Gotaas realizó el descubrimiento de las figuras. El sitio es en la actualidad una zona turística por todos los curiosos que buscan ver los llamados demonios y como las figuras inundan la pared de esta iglesia.
EL DESCUBRIMIENTO DE LAS FIGURAS
La iglesia de Sauherad es de estilo romántico, por lo que la construcción data del siglo XII, estando ubicada en la calle Krossvegen número 1, en Sauherad. Esta región es parte del Midt-Telemark y su centro administrativo es el pueblo de Akkerhaugen. Como es normal de esta región europea, la iglesia está rodeada de un cementerio local, así como de una gran vegetación de un limpio bosque.
Pasaba como una más de la región escandinava hasta que el restaurador de iglesias, Gerhard Gotaas, de origen noruego, fue llamado para intervenirla entre 1940 y 1941. Desde que llegó a la zona se interesó en el muro, debido a que parecía contener un mural en su interior.
La sorpresa llegó cuando contó a la gente que veía figuras demoniacas dentro de esta pared, las cuales llenaban de visiones su mente. De esta forma, comenzó a trabajar y el resultado dejó esta nueva pared llena por miles de figuras demoniacas.
A pesar de lo que mostraban las figuras, Harry Fett, historiador de arte y encargado de la gestión del patrimonio cultural noruego en aquel momento, quedó fascinado con la restauración. Desde entonces su fama comenzó a crecer, con los cuales, visitando la iglesia para observar las figuras, aunque muchos dudaban de su veracidad.
Pocos creían las versiones de Gotaas y afirmaban que su origen podría ser otro debido a los casi dos años que pasó en las labores. Otros encontraron explicaciones divinas y algunos más aseguraban tener las mismas visiones demoniacas que pudo tener el restaurador al estar frente a las imágenes de la pared.
Esto no hizo más que aumentar su leyenda y convertirlo en una zona turística como atractiva para quienes creen en los demonios o afirman de su presencia en la tierra. En el caso de Gotaas, siguió realizando restauraciones en Noruega, además de regresar periódicamente a la Iglesia de Saurehad para realizar nuevos trabajos.
LA POSIBLE VERDAD DETRÁS DE LA LEYENDA
Debido a su enigmática historia, muchos curadores de arte e interesados en la restauración se han interesado en el mural para buscar su origen. Una de esas investigaciones fue publicada en este mismo año llamada “El gozo del creador: el muro de los demonios en la iglesia de Sauherad”, realizado por Elisabeth Andersen y Susanne Kaun, parte del Instituto Noruego de Patrimonio Cultural (NIKU).
En su investigación, señalan que la iglesia sufrió una primera restauración en 1739, siendo creada aproximadamente en el año 1150. Dentro del mural demoniaco se encontraron más de 2 mil 500 figuras, pero no todas serían exactamente originales, ya que Gotaas sumó su creatividad para su creación.
Al respecto, se pensaba que el mural original que restauró databa del siglo XVII, pero, tras una revisión con lupas, luces laterales y luces ultavioleta se encontraron inconsistencias. Esto como que no había incisiones o que los trazos de color originales no tenían coincidencia con la imagen actual. Además, pudieron encontrar imágenes previas a la restauración de lo que parece ser una figura bíblica en una parte de la pared.
A partir de esta imagen se crearon algunas otras, como con sus cejas, siendo un trazo original, pero terminando animales y con cabezas en cada extremo. Pese a esta especie de engaño por las imágenes, los investigadores destacaron el gran trabajo de Gotaas, ante su calidad para la restauración como por construir una obra de arte original asombrosa.
Sobre los motivos para realizarla, no tuvieron una conclusión concreta, debido a que pudo ser solo un ataque de creatividad o locura, como una forma de encontrar algo más en un mural que poco tenía por dar.
“La decoración, que durante más d e80 años ha creado asombro y fascinación, fue creada por el propio curador Gerhard Gotaas… No hemos encontrado ninguna documentación o evidencia real para respaldar su afirmación”, afirma la investigación. “Gerhard Gotaas es un profesional interesante, sí, no es un místico moderno, una extraña mezcla de químico, artista, conservador”.
