Las mascotas también pueden resentir el tabaquismo

La cantidad de sustancias que el cigarro contiene afecta la salud de las mascotas que se encuentran cerca

Carla Aponte | El Sol de Puebla

  · sábado 29 de julio de 2023

El cigarro puede afectar la salud de los animales. Foto: Cuartoscuro

Es conocido que los componentes químicos del cigarro dañan no solo a la persona que los consume, sino también a quienes lo rodena, esto incluye mascotas como perros o gatos, volviendo a los animalitos en fumadores pasivos.

Existen varias formas en las que otro ser humano se puede ver afectado por el consumo del tabaco, siendo que no solo la persona consumidora afecta su salud si no que puede dejar su rastro y afectar la salud de terceros.

¿Cómo contamina el cigarro?

El cigarro contiene más de 4 mil sustancias químicas y estas la exhalarse con causantes de irritación en los pulmones, ojos y garganta, su presencia en el aire genera cambios celulares que propician a que algunos tipos de cáncer puedan aparecer en los humanos.

El humo hace susceptibles a todas las especies que se encuentran al rededor, pues se expulsan sustancias como el alquitrán, la nicotina, el cianuro, el formaldehído, el arsénico y el amoniaco. En palabras más simples, el humo que expulsa el consumidor es más nocivo que el que inhala.

En los objetos también pueden quedar impregnados los componentes y se le conoce como “tabaco invisible” y estos permanecen en las zonas cercanas al cigarrillo hasta aun después de apagarlo.

¿Qué provoca el cigarro en las mascotas?

Las afecciones que los animales pueden presentar son similares a las de los humanos considerados fumadores pasivos, son más propensos a bronquitis, asma y alteraciones cardiovasculares, esto en el caso de los perros; para los gatos aumenta el riesgo de padecer tumores, siendo que la inclinación es mayor para linfomas y presencia de cáncer escamosas en la boca.

En el caso de estos últimos el riego es más grande que con los canes por el tipo de pelaje, piel el humo flota en el aire y se impregna en su pelo, esto sumando al hecho que suelen lamer su pelaje por lo que además de inhalarlo lo ingieren.

En animales más pequeños como las aves es aún mayor el riesgo pues al ser su sistema respiratorio en tamaño proporcional son más propensos a cáncer de pulmón o neumonía, acto que les puede provocar la muerte a una edad temprana.